El cuñado del rey español, Iñaki Urdangarin, condenado a seis años y tres meses de prisión por delitos de corrupción y fraude fiscal en el «caso Nóos», permanecerá en libertad a la espera de una resolución definitiva de los tribunales. La Audiencia de Palma acordó ayer mantener la libertad provisional para Urdangarin y rechazó la petición de la Fiscalía Anticorrupción de prisión eludible con una fianza de 200.000 euros.

El auto del tribunal ordena también al marido de la infanta Cristina de Borbón la obligación de comparecer el día 1 de cada mes ante la autoridad judicial y podrá hacerlo en su país de residencia, Suiza. También debe comunicar al tribunal cualquier desplazamiento fuera de la UE o cualquier cambio de residencia, incluso temporal, ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Baleares en un comunicado.

Para el exsocio de Urdangarin, Diego Torres, también mantienen la libertad provisional, pero en este caso con la prohibición de salir del Estado español, entrega de pasaporte y comparecencias en el Juzgado más próximo a su domicilio.

En el auto, el tribunal justifica la libertad de ambos porque considera que tanto Urdangarin como Torres tienen «arraigo suficiente» y que en ningún momento han tratado de eludir la acción de la Justicia. Puntualizan que ese arraigo se da «especialmente» en Urdangarin.

Además, no considera que la gravedad de los delitos y la «elevada» pena impuesta pueda ser el único criterio para medir el riesgo de fuga, sino que debe ponerse «en relación con otros datos personales» de los condenados. Según las juezas, el incremento del riesgo de huida que pudiera suponer la condena impuesta «puede ser conjurado con la adopción de otras medidas cautelares menos gravosas» que la prisión eludible con fianza, para garantizar que los condenados estén sujetos al control del tribunal.

Por otro lado, en una resolución aparte, decidirá un eventual embargo de sus bienes y la retención del pago de posibles devoluciones tributarias.