FEB. 25 2017 Resultados electorales salomónicos para Corbyn y que refuerzan a los tories Los laboristas británicos cedieron un diputado a los conservadores en uno de sus feudos históricos y se consolaron con una victoria frente al antieuropeo UKIP en el norte obrero de Inglaterra. Los conservadores son los únicos que salen reforzados en las elecciones parciales. GARA londres La circunscripción inglesa de Copeland, que había estado en manos laboristas desde 1935, pasó el jueves a los conservadores de Theresa May, en la elección parcial al Parlamento británico. El líder laborista, Jeremy Corbyn, lamentó que su mensaje a favor de los derechos de los sectores más vulnerables «no fuese suficiente para ganar», pero dejó claro que no dejará las riendas del partido. La conservadora Trudy Harrison calificó de «evento verdaderamente histórico» su victoria por 13.748 votos contra 11.601 para el laborista Gillian Troughton, cuyo partido había ganado sistemáticamente desde 1982 en Copeland, una región izquierdista. La división en el partido laborista, en torno a un Corbyn que tiene el apoyo de los militantes pero no de sus diputados, está en el fondo de este retroceso, y con los conservadores a una distancia sideral en los sondeos, abre la perspectiva de una nueva crisis en el partido. «Estamos en camino de una histórica y catastrófica derrota», aseguró el diputado laborista John Woodcock, crítico con Corbyn. No obstante, los laboristas ganaron en otra elección parcial en Stoke on Trent, una circunscripción donde el 70% de los votantes optó por el Brexit el año pasado y se esperaba una victoria del UKIP de Pault Nuttall. La derrota para el UKIP constata su dificultad de capitalizar el triunfo del Brexit que abanderó. «Estamos decepcionados por la derrota en Copeland, pero no hay que subestimar la victoria en Stoke, una ciudad que el UKIP empezaba a proclamar como suya», destacó Corbyn. Quienes han salido reforzados de esta elección parcial han sido los conservadores de May. Además de ganar un diputado de gran valor simbólico, que aumenta su mayoría, sus rivales, tanto laboristas como el UKIP, han sufrido sendos reveses, acentúan sus crisis y dejan a sus respectivos líderes en una situación comprometida. Por otra parte, Corbyn advirtió contra una salida de la UE sin un acuerdo comercial con Bruselas. «Seamos claros. No acuerdo significa un mal acuerdo», señaló en un discurso en Londres, respondiendo a la afirmación de la primera ministra de que prefería «que no hubiera acuerdo a un mal acuerdo».