El responsable de Construcción de UGT de Nafarroa, Demetrio Muñoz, denunció públicamente, en una rueda de prensa que tuvo lugar en Iruñea, la situación de «abusos y las prácticas ilegales» que vive el sector de obra pública y que en algunos casos también se da en empresas dedicadas a obra privada.

Concretamente, comentó el caso del recrecimiento del pantano de Esa, donde, como recogió Efe, estarían afectados entre 350 y 400 operarios, a quienes, en lugar de los 10,68 euros brutos la hora que establece el convenio, se les paga 7 euros.

De esta forma, si quiere cobrar el salario regulado, el trabajador debe ampliar su jornada hasta en 84 horas mensuales, lo que de pagarse como horas extras aumentaría desde los 1.710 euros mensuales brutos de salario hasta los 3.371, aunque ni siquiera cotizan como horas extras, lo que supone un fraude.

Muñoz indicó que los trabajadores de este tipo de empresas, principalmente firmas subcontratadas dedicadas a obra púbica, «se encuentran en una situación de indefensión frente a los abusos empresariales», si bien no se atreven a denunciarlo por miedo a su despido, precisamente en un sector de alto paro debido a la crisis económica.

Subrayó que esto conlleva «una ilegalidad por falsificación de nóminas y un fraude fiscal por la no cotización de las horas que las empresas obligan a realizar a sus trabajadores por encima de la jornada estipulada».