El candidato centrista francés Emmanuel Macron sigue ganando terreno frente a la líder de extrema derecha, Marine Le Pen, que espera convencer a los «millones de franceses» indecisos antes de la primera vuelta, el 23 de abril.

«Creo que vivimos un tiempo de recomposición profunda y radical», declaró ayer Macron, candidato por primera vez a unas elecciones.

En una campaña llena de giros imprevistos y monopolizada en las últimas semanas por los sobresaltos judiciales del candidato de la derecha François Fillon, todos los aspirantes buscan encarnar la figura de «escudo» ante la extrema derecha, en auge en Europa.

Una encuesta publicada ayer constata, en ese sentido, cómo se ha disparado la opinión sobre Emmanuel Macron, pero sin dejar de señalar la indecisión entre los electores.

Según un sondeo de Harris Interactive, Macron logra un 26% de intención de voto en la primera vuelta, por delante de la líder del ultraderechista FN, con un 25%.

Le Pen afirmó que los sondeos muestran una dinámica «extremadamente sólida» a su favor, aunque cree que aún falta convencer a millones de indecisos.

Tras la adhesión de exalcalde de París Bertrand Delanoë, figura de centroizquierda, el equipo de Macron espera conquistar otros apoyos, como el del ex primer mi- nistro Dominique de Villepin o el del titular de Defensa Jean-Yves Le Drian. Macron fue ayer a Burdeos, feudo de Alain Juppé, confiado en atraer a sus simpatizantes.

El jefe del PS, Jean-Christophe Cambadélis, pidió de nuevo a los socialistas «tentados» por Macron «mantener la sangre fría».