El Tribunal Constitucional de Corea del Sur decide hoy si ratifica la destitución de la presidenta surcoreana, Park Geun-hye, aprobada por la Asamblea Nacional en diciembre, lo que la despojaría de su inmunidad y obligaría a convocar elecciones presidenciales en un plazo inferior a 60 días. La Fiscalía considera que Park y su amiga Choi Soon-sil se confabularon para presionar a Samsung y a otros grandes grupos empresariales para que realizaran donaciones a organizaciones vinculadas a Choi Soon-sil, conocida como la «Rasputina» por su amistad con la presidenta a cambio de un trato favorable de las autoridades.

El Ministerio fiscal señala a la presidenta como sospechosa de los delitos de soborno, tráfico de influencias y abuso de poder. Desde finales del año pasado ciudadanos indignados se han manifestado para pedir el cese de Park y cuestionar el modelo económico nacional, salpicado por la corrupción y coronado por los gigantescos conglomerados cuya gestión es hereditaria, como el caso de Samsung.

Juicio de Samsung

Precisamente, el juicio contra el heredero de Samsung en conexión con esta trama comenzó ayer en un ambiente de creciente tensión en Seúl. Los abogados de Lee Jae-yong rechazaron todos los cargos que se le imputan, entre los que se incluyen malversación, ocultación de activos en el extranjero y, ante todo, soborno.

Lee está acusado de autorizar el desvío de 43.000 millones de wones (35,4 millones de euros) a fundaciones bajo control de Choi Soon-sil a cambio de la autorización de una fusión de dos filiales de Samsung.