GARA
BERLÍN

Alemania y EEUU constatan diferencias pero niegan que vayan a la guerra comercial

Angela Merkel y Donald Trump se reunirán hoy en Washington mientras sus ministros de Finanzas estarán debatiendo en Baden-Baden junto a sus colegas del G20. Aunque mantienen diferencias estratégicas muy evidentes, intentan no expresarlas públicamente.

El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, y el secretario del Tesoro estadounidense, Steven Mnuchin, trataron ayer de disipar el fantasma de una guerra comercial entre la Unión Europea y EEUU en vísperas de la cita del G20 y pese a admitir que tienen «diferencias» sobre cuestiones de fondo como la regularización del mercado.

«No queremos una guerra comercial, sino resolver los desequilibrios actuales», afirmó Mnuchin tras una reunión con Schäuble en Berlín, previa a la cumbre que mantendrán hoy y mañana en Baden-Baden los ministros de Finanzas de las principales economías y de las potencias emergentes.

Mnuchin dijo estar convencido de que la política económica debe ir encaminada «a impulsar el crecimiento como máxima prioridad», señaló que su país representa el «mayor mercado del mundo» y, en la línea marcada por Donald Trump, insistió en la necesidad de buscar «nuevas reglas más justas» en el comercio internacional.

Schäuble, por su parte, hizo hincapié en que tanto su país como EEUU coinciden en el «objetivo de lograr una cooperación amistosa y basada en la confianza mutua», aunque advirtió de que ello no se logrará «en un par de días» con sesiones a escala bilateral ni en Baden-Baden.

Relaciones profundas

«Persisten las diferencias de parecer», admitió, sin especificar más, para destacar que el interés compartido de ambos países no es «obviamente» una guerra comercial, por las «profundas relaciones, políticas y económicas» que les unen.

Su colega norteamericano, preguntado una y otra vez sobre la línea proteccionista de la Administración Trump, comentó que él es «únicamente el ministro de Finanzas» y que la estrategia futura de su Gobierno y la reforma fiscal en ciernes la definirán tanto el propio presidente como «las negociaciones con el Congreso».

«Tanto Estados Unidos como Alemania compartimos el objetivo de impulsar el crecimiento y crear empleo», dijo Mnuchin, que esquivó así una pregunta sobre cuántos puestos de trabajo iba a costarle a Alemania el Gobierno Trump por su línea proteccionista y la amenaza de nuevos aranceles a las exportaciones germanas.

Respecto a la relación entre el euro y el dólar, ambos hicieron hincapié en que se trata de situaciones «distintas», ya que, como indicó Schäuble, la europea es la moneda de un conjunto de países, a cuyas diferencias «debe atenderse».

Por otro lado, Mnuchin destacó la relevancia de la primera entrevista que mantendrán hoy en Washington Trump y la canciller alemana, Angela Merkel.