BETIS 2

OSASUNA 0

Las carreras atléticas de fondo tienen mucho de mental. No solo el físico cuenta; tal vez es más importante el estado del cerebro, que es el que da órdenes al cuerpo. La competición liguera que marca la regularidad en el fútbol es como esas pruebas de larga distancia, y los jugadores rojillos, por mucho que se empeñen en lanzar un mensaje optimista de que hasta que las matemáticas no digan lo contrario van a pelear y correr hasta la extenuación, lo cierto es que están demasiado atenazados.

Ayer ante el Betis, al que podrían haber dejado en serios apuros y finalmente le dieron aire, los iruindarras estuvieron nerviosos desde el inicio. Los ritmos constantes en las largas distancias también suelen ir acompañados por arreones o sprints esporádicos, y los béticos aprovecharon esas acciones para no solo abrir el marcador, sino para sentenciar el choque.

El técnico rojillo, Petar Vasiljevic, realizó dos cambios respecto al derbi frente al Eibar. Carlos Clerc sustituyó a Fuentes en el lateral izquierdo y Fran Mérida a Causic en el centro del campo.

Y no se sabe si el cántico de los aficionados del Benito Villamarín, lleno hasta la bandera, justo antes del pitido inicial, intimidó a los jugadores navarros, pero Clerc a punto estuvo de marcar en propia puerta antes del primer minuto de juego.

Su intento de despeje desde lejos de su portería estuvo muy cerca de colarse en la meta defendida por Sirigu, que tuvo que enviar el balón a córner con apuros. Los nervios se acrecentaron en los visitantes, sobre todo en una defensa que fue un coladero en la primera parte.

Y los locales no tardaron ni cuatro minutos en aprovecharlo. Primero, Vujadinovic envió el balón a saque de banda cuando intentaba cedérsela a Clerc. Y en la siguiente jugada, los mismos protagonistas, más Oier, facilitaron un pase en profundidad del Betis, que lo recogía Rafa Navarro tras marcharse de Clerc para ver las caras atónitas de los defensas rojillos y marcar su primer gol en Primera División.

Nuevo error defensivo, otro gol

Era el primer arreón local, que tuvo su respuesta osasunista, aunque más con corazón que cabeza. El propio Clerc, con ganas de resarcirse, hiló una gran jugada por la izquierda, con autopase por debajo de las piernas a un defensa y asistencia atrás para que Kenan Kodro enviase su disparo al larguero.

Esta acción hizo estirarse a los navarros. Jaime Romero lo intentó desde fuera del área con un disparo seco que Adán despejó con apuros. Pero el segundo sprint bético estaba cerca, y en el 28, tras aprovechar otro despiste defensivo, Rubén Castro se presentaba solo ante Sirigu, le regateaba y anotaba el 2-0.

Para terminar la primera parte, el propio delantero bético dio una asistencia a Rafa Navarro tras un nuevo error de Oier al intentar sacar la pelota, pero Clerc cortó la jugada in extremis.

Tras el paso por vestuarios, Osasuna mejoró su imagen y fue mejor que el Betis, pero el lastre de esta temporada volvió a resurgir: la falta de gol. Ni Roberto Torres al presentarse solo ante Adán, ni Kenan Kodro tras centro de Buñuel, ni Causic con un disparo lejano, ni las incorporaciones de Oriol Riera y De las Cuevas le dieron el premio.

Y ahora llega un nuevo parón liguero, que seguro dará para pensar mucho. Restan 30 puntos en juego hasta finalizar la temporada, y a falta de lo que suceda en la jornada restante, la salvación sigue a 14 puntos. La distancia hasta la meta aún es muy larga y existen opciones, pero lástima que Osasuna ya esté extenuado y atenazado, lo que sin duda está dando aire a sus rivales más próximos.