Aquella persona voló, voló, «Yup la lá»

El titular viene a cuento de las recomendaciones lanzadas en las redes por la revista satírica “El Jueves” sobre “Cómo hacer chistes de Carrero Blanco sin que te metan a la cárcel”. Un ejemplo: «El iniciador del programa espacial vasco fue esa persona de la que usted me habla». Lo de “El Jueves” venía a raíz de una surrealista (once again) condena de la Audiencia Nacional, que ha endilgado un año de cárcel y siete de inhabilitación absoluta a Cassandra Vera, una murciana estudiante de Historia, por sus chistes en Twitter sobre la muerte del almirante Luis Carrero Blanco, mano derecha de Francisco Franco y su seguro sucesor. El 20 de diciembre de 1973, en la llamada “Operación Ogro”, un comando de ETA hizo explosionar una bomba al paso del vehículo en el que viajaba el entonces presidente del Gobierno, y su impacto fue tal que levantó el vehículo hasta una azotea. La noticia dio lugar a una canción de Etxamendi y Larralde con la que, en las verbenas de la época, llegado el «yup», se lanzaban los jerséis al aire, y también a chistes que, por ejemplo, llevarían a Tip y Coll ante los tribunales.

Ahora la AN ha declarado intocable a Carrero por víctima del terrorismo que «merece respecto y consideración (...) con independencia del momento en que se perpetró el sangriento atentado». Dan igual aquellos #jesuisCharlie tras el atentado a “Charlie Hebdo” –valen las bromas con Alá, pero no con franquistas– y no importa que quede meridianamente claro que el Código Penal penaliza depende de quién sea el ofendido –véase ataques a víctimas del otro bando–. Une fois de plus...