La realidad

La otra mañana en el programa de Antena 3 “Espejo público” emitieron un reportaje absolutamente aleccionador sobre las drogas, lo denominado “tráfico de drogas”, las acciones policiales para su supuesta lucha, la demagogia, las campañas y el uso de los medios de comunicación para intoxicar a la ciudadanía ante una realidad que sobrepasa todo lo que está escrito, dicho o pensado. Para que nadie se lleve a engaño: yo estoy a favor del uso de todo tipo de estupefacientes de manera libre y control sanitario, como el azúcar.

Hay un supermercado de la droga en las afueras de Madrid denominado Cañada Real. Y es posible que ustedes hayan visto varias veces a lo largo de su vida imágenes de demoliciones de sus chabolas y acciones policiales con todo tipo de herramientas, augurando su cierre definitivo. En campaña electoral o por presiones ciudadanas, se hacen esos actos propagandísticos. En el programa descubrieron que se volvía a vender droga y que lo hacía el mismo clan gitano, Los Mellis, que había sido desmantelado según la información policial difundida.

La reportera desplazada habló con el supuesto jefe del clan, un señor cincuentón que dio explicaciones que deberían ser escuchadas con atención. Existe oferta porque hay demanda. Estos clanes deberían estar protegidos y controlados, como yo creo están, porque a ese punto acuden más de tres mil almas de todas las clases sociales en busca de su dosis diaria. Explicó el patriarca que en otras ocasiones, cuando habían acabado con otro punto de venta, la propia policía les pedía que volvieran porque, si no, se expandía la venta por toda la capital y creaba más problemas. ¿Me entienden? Si alguien quiere comprar cocaína o heroína porque le gusta o la necesita, habrá quien se la venda. A partir de ahí, todo es un asunto político: la realidad.