El centro de Gasteiz necesita alternativas

El pasado domingo, un medio local de Gasteiz publicaba un reportaje sobre «la gran operación» que prepara el Gobierno local para resucitar el centro de la ciudad, donde cada vez se ven más carteles de «se vende» o «se alquila». La decadencia del centro es un efecto más de la burbuja inmobiliaria que propició la construcción de nuevos barrios y estructuras comerciales en la periferia de la ciudad. Las familias jóvenes se fueron a vivir lejos del Ensanche y se acostumbraron a coger el coche para ir a hacer la compra o a trabajar. ¿Para qué va a ir al centro una persona que trabaja en Mercedes-Benz o Michelin y vive en Salburua? ¿Qué necesidad tiene? ¿Hay algo que le pueda interesar?

Estas son las preguntas a las que debería responder el plan del Consistorio. Y no, a la vista del plan previsto, parece que el Ejecutivo no ha reparado en estas preguntas. La «gran operación» pasa por colocar la nueva oficina de turismo en la gasolinera Goya; reconvertir en un edificio de viviendas el inmueble abandonado por el Ayuntamiento; dar un uso comercial a la sede del Arich; y soterrar el tren, algo que, a priori, no ocurrirá a medio ni a corto plazo. El plan no recoge propuestas atractivas para las personas que viven en Zabalgana, Salburua o Lakua.

No incluye ningún proyecto de calado, como podría haber sido el Kafe Antzokia, un proyecto que parece que se quedará en Alde Zaharra, para desgracia de quienes defienden el frontón autogestionado Auzolana. Habría sido más fácil utilizar los edificios que el Gobierno español acumula en el centro. Edificios vacíos y cerrados a cal y canto.