APR. 08 2017 La sentencia sobre la cantera de Zilbeti tendrá repercusión en otros espacios protegidos Los opositores al proyecto de cantera en Zilbeti calificaron ayer de «muy contundente y positiva» la sentencia del Tribunal Supremo y destacaron que tendrá repercusiones en otros espacios protegidos. Iñaki VIGOR IRUÑEA La sentencia del Tribunal Supremo que ratifica la dictada en 2015 por el TSJN establece que el proyecto de mina de Magna en el hayedo de Zilbeti «afecta a la integridad» de esta Zona de Especial Conservación (ZEC) y no solo al espacio previsto para la cantera. Así lo destacó ayer el abogado José Luis Beaumont en nombre de los equipos jurídicos que han defendido en los tribunales a los opositores a dicho proyecto. Beaumont ofreció una rueda de prensa en Iruñea junto a Ramón Elosegi y Juan Carlos Atienza, ambos de SEO/BirdLife, y José Luis Martínez, presidente de la Coordinadora Monte Alduide. Todos ellos valoraron de forma muy positiva la sentencia del TS, con la que se concluye un proceso de casi diez años. Fue en 2008 cuando la empresa Magnesitas Navarras SA anunció su intención de abrir una nueva cantera en el hayedo de Antzeri, cerca de Zilbeti, lo que generó un rechazo inmediato por una gran parte de los vecinos de la zona y por la asociación SEO/BirdLife, ya que este hayedo forma parte de la Zona de Especial Conservación Monte Alduide. Pese a que se trata de un espacio protegido por la normativa europea, en 2010 el Gobierno de UPN aprobó el proyecto de Magna y emitió una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) favorable al mismo, decisión que fue revocada por el TSJN. «Perjuicios irreversibles» «La sentencia dictada ahora por el Tribunal Supremo –explicó José Luis Beumont– confirma la gravedad de los perjuicios que la realización de este proyecto minero hubiera producido a la integridad de este espacio protegido, perjuicios que además serían irreversibles, sin posibilidad de reparación». A este respecto, los representantes de SEO/BirdLife recordaron que el proyecto de Magna contemplaba la tala de más de 50.000 hayas y que, además, afectaba «gravemente» a aves en peligro de extinción, como el pico dorsiblanco y el quebrantahuesos, así como otras aves y especies protegidas, entre las que se encuentra el desmán de los Pirineos. También recordaron que quedarían «arrasados» arroyos y cursos de agua, a lo que habría que añadir las afecciones derivadas de las excavaciones. El Tribunal Supremo reconoce en su sentencia todas estas afecciones a un espacio calificado como ZEC, tras analizar las abundantes pruebas e informes periciales emitidos por catedráticos, expertos e investigadores del CSIC que han aportado SEO/BirdLife y la Coordinadora Monte Alduide. «También ha valorado los informes contrarios al proyecto de los técnicos de la Comunidad Foral de Navarra, que sorprendentemente –añadieron– fueron excluidos durante meses del expediente administrativo del proyecto minero». José Luis Beaumont subrayó que esta sentencia supone «un gran logro» para la conservación de la naturaleza y, desde el punto de vista de la Red Natura 2000, «crea jurisprudencia en aspectos tan importantes como la afección a la integridad del espacio protegido».