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Derbi en Mendizorrotza

Falto de ideas contra diez jugadores

Hay puntos y puntos. Puntos que para un bando pueden significar una derrota y para el otro una victoria. Esas dos sensaciones se dieron en Mendizorrotza, que vio como el Alavés fue incapaz de derrotar a una SD Eibar que jugó más de una hora con un jugador menos.


D. ALAVÉS 0

SD EIBAR 0


Sin claridad pocas veces llegas a la gloria y ayer al Deportivo Alavés le costó encontrar su mejor juego ante un equipo armero correoso que con pundonor desesperó al equipo local. El atasco monumental que se formó durante el primer tiempo marcó el tempo de un derbi en el que a ambos equipos les costó hilvanar más de cinco pases seguidos. Y cómo no, tanto Mendilibir como Pellegrino hicieron notar su impaciencia en el área técnica. Las dos escuadras se encontraban cómodas mientras el rival trataba de llevar adelante un ataque posicional, pero cuando eran ellos los que construían la ofensiva les faltaban ídeas. Enrich, Kike y Adrián no terminaban de conectar y, por parte del Alavés, una vez llegados a la altura del área prefirieron guardar el esférico y jugar para atrás que arriesgar.  

No hubo dominador claro durante los primeros cuarenta y cinco minutos y tuvieron que pasar 21 minutos para presenciar una ocasión manifiesta de gol –aunque minutos antes la presión de Deyverson diese sendos sustos a Riesgo–. El propio brasileño, de espaldas a la portería, recibió un pase de Ibai que había robado la cartera en el centro del campo, y envió el balón al hueco para la incorporación de Camarasa de segunda línea. El valenciano, sin embargo, se durmió o dudó demasiado, y en esas Riesgo le ganó la partida. No obstante, en el fútbol pasas de héroe a villano en cuestión de segundos –o de minutos, en este caso–. Apenas cuatro minutos después, una falta de comunicación entre Lejeune y Riesgo, que volvía a la titularidad 15 partidos después, fue sinónimo de tarjeta roja directa al guardameta debarra por tocar el balón con la mano fuera del área. El francés pendiente del balón largo no vio el desplazamiento del arquero y al cabecear el esférico se topó con un Riesgo que se dejó llevar por los reflejos. 

Así pues, los de Mendilibar se vieron obligados a jugar con uno menos durante más de una hora y lo hicieron relativamente bien porque, a excepción de la falta botada por Ibai que se estrelló en el larguero, el Alavés fue incapaz de trasladar al juego su superioridad numérica. La SD Eibar empezó a tener el balón con más pausa y comenzó a tomar el control que no cesó tras el paso por los vestuarios. 

Pundonor de los armeros

Una intervención meritoría de Pacheco al disparo de Lejeune puso final a la primera parte y el guardameta extremeño fue protagonista también en la primera acción de la segunda mitad. Él mismo falló en el saque pero él mismo salvó al equipo ante el disparo potente de Dani García. A partir de entonces se empezó a notar cierta superioridad del Alavés, sobre todo en modo de posesión. Respecto a las ocasiones, llegaban a cuentagotas y la mayoría de ellas partían desde la banda derecha con un Kiko Femenía muy participativo en ataque. Más que su compañero de la banda derecha, Theo Hernández, que le costó incorporarse al ataque y cuando lo hacía le faltaba claridad. Tampoco tuvo su día Camarasa, que remató alto, sin oposición, un centro de Femenía. 

Los de Mendilibar, por su parte, se agarraban a los despistes defensivos del Alavés para crear cierto peligro. Tanto Ely como Alexis dieron vida a un Eibar que por fatiga no pudo aprovechar esas situaciones favorables. El cansancio hizo mella en Sergi Enrich, muy comprometido a la hora de defender, que fue incapaz de montar un contragolpe y tampoco estuvo acertado cuando robó el esférico a Alexis. 

Así pues, Pellegrino decidió realizar un cambio ofensivo con la entrada de Romero sustituyendo a Manu García. Llorente se convirtió en el único pivote del equipo y fue entonces cuando el Alavés pudo haber conseguido los tres puntos. Los armeros llegaban de perder en el último minuto contra el Athletic tras jugar gran parte de la segunda mitad con diez y en el día de ayer estuvo cerca de repetir la misma escena. Y si en la primera parte el despiste de Lejeune provocó la expulsión de Riesgo, el central francés se erigió en salvador para que su equipo sumase un punto. Deyverson, entre dos defensores, controló un centro de Llorente y su disparo se topó con Lejeune sobre la línea de gol cuando ya había sobrepasado a Yoel.