Arnaitz GORRITI
saski baskonia

Unicaja no solo gana, sino que complica la clasificación

Un parcial andaluz de 6-24 volteó un día marcado por el homenaje al plantel del doblete de 2001/02.

SASKI BASKONIA 75

UNICAJA 79


Pabellón oscuro, presentación de varios de los héroes del doblete de la campaña 2001/02, entre ellos un Sergi Vidal que venía directo desde Badalona, palabras de Elmer «Benito» diciendo «sois el mejor público»... Una tarde de recuerdos maravillosos y un presente menos idílico, sobre todo después de caer ante Unicaja.

La derrota ante el cuadro malagueño hace que Saski Baskonia caiga a la cuarta plaza y se ve obligadísimo a no fallar en sus dos últimos partidos, frente a Bilbao Basket y Fuenlabrada. Solamente así mantendrá su condición de cabeza de serie, algo que hubiera asegurado de haberse impuesto.

Sobre todo en la primera mitad, le costó a Saski Baskonia imponer su ritmo. La buena noticia era que Shane Larkin pudo disponer de minutos, aunque saliendo del banquillo, después de su ausencia en Tenerife. Asimismo, Shengelia, Voigtmann y Hanga ofrecieron buenos minutos, al tiempo que la defensa gasteiztarra gripó la creación de juego de un Unicaja al que se le dio mejor ejecutar las jugadas que crearlas. La mala noticia era que la defensa de Unicaja también hacía sufrir al conjunto baskonista, que Jamar Smith le sacaba los colores a Beaubois y que, en definitiva, el partido se jugaba al ritmo que planteaba el bueno de Joan Plaza.

Así las cosas, caer por 35-36 al descanso fue casi una buena noticia para los de Sito Alonso, toda vez que no conseguían liberarse de la maraña defensiva rival. La tendencia cambió en el tercer cuarto, marchándose con un parcial de 10-2, después de un cambio en el concepto de juego: mucha mayor verticalidad y ataques más rápidos, defensa mucho más agresiva –el pobre Omic se ganó tapones de Shengelia y hasta de Rafa Luz fruto de esa agresividad–, y ante todo mayor vitalidad, como se vio en un mate tras rebote de ataque de Larkin, un Larkin sonriente tras culminar la jugada y que levantó al Buesa Arena.

Carácter garrapatero

Un «dos más uno» de Voigtmann elevó la máxima renta para el Baskonia con el 52-42. Pero Unicaja es un conjunto que suple sus carencias con un carácter garrapatero por el que jamás se da por vencido.

Los ataques malagueños, por mucho que Lafayette y Nedovic añadieran dinamita a su línea exterior, no eran demasiado fluidos, pero a base de cargar el rebote ofensivo, los de Joan Plaza retornaban al encuentro con un parcial de 0-7, provocando el tiempo muerto baskonista.

Pero al parecer el partido volvía a cambiar. Nedovic, con seis puntos de calidad pura, igualó el marcador, y sendos robos de Lafayette y el propio Nedovic a un abúlico Beaubois traían 56-59 al final del tercer cuarto, después de un parcial continuado de 4-17 para los andaluces.

La mecha de Nedovic duró hasta mediado el último cuarto, momento en el que Unicaja se escapó hasta un preocupante 58-66. Afortunadamente, Larkin asumió la responsabilidad de juego gasteiztarra, y de su mano los de Sito Alonso encadenaron un parcial de 7-0, siendo Unicaja en esta ocasión quien pidiera el tiempo muerto. Al parecer, el propio Saski Baskonia también tiene alma de garrapata, cosa que resulta interesante de cara a los play offs.

El parcial baskonista se estiró a una canasta más, pero cuando el Baskonia se adelantó 67-66, se dio de bruces con dos triplazos seguidos de Carlos Suárez. Voigtmann le dio aire al Baskonia con un lanzamiento lejano, pero unos descansados Jamar Smith y Nemanja Nedovic amarraron la victoria de Unicaja. En honor a la verdad, hay que reconocer que los discípulos de Joan Plaza no se ofuscaron con las líneas subidas de la defensa a la desesperada de Saski Baskonia.

Irónicamente, después de que hace 15 años cayera derrotado en la finalísima liguera de 2002, Unicaja asomaba ayer para aguar la fiesta gasteiztarra y, lo que más importa de cara al presente, le complica la vida a Saski Baskonia de cara a la clasificación final y los posteriores play offs para el título.

«No podemos regalarles nuestra energía»

«Enfadados con nosotros mismos». Así se definió Sito Alonso en sala de prensa. «Hemos pasado de ser nosotros a quienes dominábamos y a partir de las rotaciones hemos sido más blandos. Ese minuto y medio en el que pasamos de ganar de diez y ni hemos tirado a la canasta y hemos perdido balones en primera línea. Eso no se puede repetir», sentenció el preparador baskonista.

«Queríamos ganar este partido por nosotros, por la gente del doblete, por nuestros aficionados. Y se nos ha escapado por falta de dureza en varios momentos. No podemos regalarles nuestra energía», zanjó. A.G.