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EDITORIALA

La cohesión social se juega en la reforma fiscal


El último Consejo Vasco de Finanzas celebrado en febrero certificó el fracaso de la reforma laboral impulsada por PNV, PSE y PP en 2013. No proporcionaba ingresos adicionales para mantener la cobertura y la calidad de los servicios públicos. Urkullu planteó entonces la necesidad de una nueva reforma fiscal, cuya idoneidad fue rápidamente cuestionada por los diputados generales. A pesar de la negativa inicial, posteriormente anunciaron que estaban preparando cambios fiscales para otoño. Parecía que la reforma se encauzaba.

Sin embargo, cada vez que aparece el tema se hacen patentes las discrepancias de fondo entre Gobierno Vasco y diputaciones forales. El primero –responsable del gasto– aboga por un cambio que proporcione más recursos con el fin de mantener el ya de por sí raquítico estado de bienestar. Eso significa, sobre todo, que pague más el que más tiene; es decir, aumentar la progresividad y reformar el impuesto de sociedades para que las empresas también paguen algo. Por el contrario, las diputaciones –que recaudan– se inclinan por apuntalar la reforma de 2013 con modificaciones que cambien algunos aspectos puntuales; y fiar el aumento de ingresos a una improbable mejora económica. El pulso soterrado que ambas partes mantienen se muestra abiertamente en los discursos contradictorios que formulan. Así mientras el diputado de Bizkaia, Unai Rementeria, vendía en Londres el sistema fiscal vasco como «atractivo» para las empresas, el consejero de Economía, Pedro Azpiazu, abogaba por un sistema fiscal más progresivo. En este contexto de disputa resulta significativo el silencio que mantienen las patronales vascas, atrincheradas tras las diputaciones, después de que durante la anterior legislatura se convirtieran –especialmente Adegi– en ariete contra las reformas progresistas impulsadas por Bildu.

El pulso entre burócratas está servido. Sin embargo, es la sociedad vasca la que se juega el futuro de los servicios públicos y la cohesión social con cada cambio fiscal.