Una casa en las alturas

Oinatz Bengoetxea busca su tercera final consecutiva, Urrutikoetxea la tercera en el Manomanista.

Sus apellidos hacen referencia a casas situadas en otros lugares, pero Oinatz Bengoetxea y Mikel Urrutikoetxea se juegan esta tarde algo más que el pase a la final Manomanista, que no es poco, se juegan además el instalarse en lo más alto del escalafón de su empresa, en conseguir el honorífico título de pelotari más fiable de Asegarce, ahora que parece que Aimar Olaizola ha perdido la sana costumbre de disputar las finales.

Y en un relevo natural, son el de Leitza y el de Zaratamo los dos pelotaris que mejor están aprovechando sus oportunidades para quedarse en lo más alto del ranking manista. Los números no engañan y los dos aspirantes a la final más esperada del año tienen argumentos para creer en sus posibilidades.

Oinatz Bengoetxea, en otro año sensacional tras superar la poca confianza que su empresa depositó en él en el periodo estival, aspira a su tercera final consecutiva, tras haberse calado la del Cuatro y Medio y haber luchado, junto al debutante Larunbe, por derrocar a los invencibles Irribarria-Rezusta, los otros dos semifinalistas individuales, en el Parejas. Su victoria en el acotado le permitió entrar en el club de los pelotaris con las tres txapelas y ahora aspira a comenzar otra vuelta por el Manomanista, especialidad en la que se estrenó en 2008. Su contundente y convincente victoria ante Aimar Olaizola en cuartos es un inmejorable aval.

En su terreno

Su rival, Mikel Urrutikoetxea, también está en el selecto grupo de los pelotaris con todos los entorchados y aspira en el Manomanista a jugar su tercera final consecutiva.

Fue precisamente una inoportuna lesión de Oinatz Bengoetxea lo que le abrió la puerta de las grandes finales y tras ese espaldarazo, aumentado con la victoria ante el de Goizueta, el de Zaratamo se ha convertido en un habitual en este tipo de partidos.

Tras un Parejas con mejores sensaciones que resultados, el vizcaino llega en plenas condiciones a este partido tras deshacerse en cuartos de Joseba Ezkurdia con mayor solvencia que en años pretéritos. En definitiva, el partido tiene todos los ingredientes para ver, por fin, un buen partido mano a mano.