La danza de la muerte de Sergei Polunin

Como si de una película de superhéroes se tratara, el nuevo documental de Steven Cantor nos recuerda aquello de que un gran poder conlleva una gran responsabilidad... incluso una pesadísima carga. La historia de Sergei Polunin se escribe con las prisas y gravedad de quien nace para destacar; para sobresalir en su campo. Dicho de otra manera: para arder en combustión espontánea. Con este mismo ajetreo, Mr. Cantor filma y conjuga un sobrecogedor relato sobre el precio a pagar por el éxito. Este documento biográfico sobre la vida y –espectacular– carrera del que seguramente sea el bailarín de ballet más influyente de nuestros tiempos, es al fin y al cabo una profunda y sombría reflexión sobre la soledad del individuo ante la grandeza que él mismo se ha construido. Después de reinventar la danza clásica a su imagen y semejanza, Polunin decide dar la espalda a su gran pasión a la temprana edad de 25 años. Drástico cambio de rumbo tomado, precisamente, porque esa llama se ha apagado. ¿De quién es la culpa? De él mismo, claro, pero también de todo el circo levantado a su alrededor. Un monstruo convenientemente retratado a través de todos los formatos de la no-ficción.