MAY. 19 2017 NO SÉ DECIR ADIÓS La despedida como último ataque de pánico V.E. Cuando pensaba que jamás iba a recuperar el contacto con su familia, el destino le concede a Carla una segunda oportunidad... en forma de esa noticia que nunca esperamos recibir. Suena el teléfono y al otro lado de la línea está su hermana, con quien hace años que no se habla. El motivo de la llamada es el estado de salud de su padre, otro “ser querido” al que hace mucho que Carla perdió de vista. Al parecer, el hombre está muy enfermo. Terminal. Los doctores de su Almería natal le han dado unos pocos meses de vida, diagnóstico con el que la protagonista no está nada de acuerdo. De modo que en un último y desesperado arrebato de amor filial, Carla decide llevar a su padre a Barcelona, para obtener ahí mejor atención médica... y para intentar, también, y de una vez por todas, apostar por la reconciliación. El primer largometraje de Lino Escalera, multipremiado en el último Festival de Málaga, es un melodrama familiar sobre el miedo a las últimas despedidas, es decir, a perderlo todo en las circunstancias más irreversibles. Una película de efectos sentimentales potencialmente destructivos, y apoyada tanto en la inspiración de su excelente reparto, como en la profundidad introspectiva que adquiere un guion que, a diferencia de la amplia mayoría de mortales, no teme enfrentarse al momento más temido: el del último adiós.