Tom Dumoulin logró la victoria ayer en el final en alto de Oropa y, lo que es más importante, dio un golpe en la moral de Nairo Quintana. El colombiano atacó a cuatro kilómetros de la meta para empezar a recortar su desventaja y vio cómo el líder del Giro no solo lo evitó, sino que le atacó y el líder del Movistar no pudo seguir su rueda y perdió 14 segundos en meta, a los que sumar los diez de la bonificación al llegar también por detrás de Zakarin y de Mikel Landa.

Movistar apostó por ganar la etapa y junto al FDJ impidió que cogiera ventaja una fuga que costó mucho en cuajar. La protagonizaron Daniel Martínez (Wilier), Sergey Lagutin (Gazprom) y Natnael Berhane (Dimension Data), que fueron atrapados a diecisiete kilómetros de meta.

En la subida final de Oropa atacaron Rosa, Igor Antón y Adam Yates, aunque fue Nairo Quintana el que lanzó el ataque más fuerte a cuatro kilómetros de meta, pero sin poder sacar más de diez segundos a Dumoulin, que atrapó al colombiano y tuvo fuerzas para ganar la etapa y ampliar su ventaja. El colombiano del Movistar queda ya a 2:47 y Pinot, que fue de menos a más en la subida, se coloca tercero porque Nibali llevó la tendencia inversa y Mollema falló.

Mientras Dumoulin se mostraba eufórico tras la etapa porque no esperaba ganar y distanciar a Quintana, el colombiano señalaba que «he subido muy rápido, pero el líder se ve que está en muy buena condición y nos ha vuelto a ganar. Hemos visto su fortaleza. A los demás les he metido tiempo y ahora la pelea es con el líder. Desde que tengamos fuerzas lo intentaremos hasta que se acabe el Giro».

Además de reforzar su maglia rosa, Dumoulin arrebató por dos puntos la azul a Omar Fraile, que hoy intentará recuperarla en una etapa de 199 kilómetros con tres puertos, el último no puntuable, en la parte final.