JUN. 02 2017 ALAVÉS Rubén Duarte piensa ya en sus nuevos compañeros El defensa andaluz considera que es hora de desconectar de la final de Copa. GARA El primer fichaje del Alavés, Rubén Duarte, afirmó ayer que está «muy contento e ilusionado» por comenzar su «nueva aventura» en el equipo albiazul. El defensa pasó ayer el pertinente reconocimiento médico en Gasteiz, donde dijo que está «deseando empezar» y conocer a sus nuevos compañeros. En otra de sus manifestaciones recordó que la final de Copa «fue el otro día y ahora toca desconectar, disfrutar de la familia y volver en un mes para comenzar y ponernos fuertes físicamente, algo muy necesario a lo largo de la temporada». El almeriense, de 21 años y que ha firmado contrato por tres años, fue fichado del Espanyol por 400.000 euros, una cifra que podría subir al medio millón en función de las variables de su contrato. Además, el club catalán se reserva el 30% de los derechos económicos del futbolista andaluz en caso de una venta futura. Luis Zubeldia, posible entrenador Entre las nuevas incorporaciones que tiene que acometer el club está la del entrenador. En el baile de nombres de posibles candidatos el mejor colocado parece el argentino Luis Zubeldia, que esta temporada ha entrenado al equipo colombiano Independiente de Medellín. El joven técnico de 36 años, natural de Santa Rosa, en La Pampa, fue jugador de Lanús hasta que con 23 años tuvo que dejarlo por una grave lesión de rodilla. Cuatro años después ya estaba entrenando al propio Lanús. Tras pasar por varios equipos, esta última campaña ha dirigido al Independiente. Orden de detención de Piterman Por otra parte, el Juzgado de Instrucción nº 2 de Gasteiz decretó el miércoles una orden de detención contra Dimitry Piterman, expresidente del club vasco entre 2004 y 2007. La orden es contra el ucraniano y su esposa Milanendra Vikramsingh, en calidad de presidente y miembro del consejo de administración, respectivamente, al objeto de que presten declaración en calidad de investigados por su gestión en el Alavés. Durante los cuatro años de mandato de Piterman la deuda del club se multiplicó por 3, hasta los 23 millones de euros.