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saski baskonia

Después de empatar la serie, es hora de volver a ganar el factor cancha


Saski Baskonia tenía ante sí un duro examen en el segundo partido de su semifinal ante Valencia Basket, y lo superó con nota. El 90-70 final empataba la serie, y dejó además un dulce regusto en el seno gasteiztarra, ya que conseguían tumbar al cuadro taronja, superando suu capacidad de resistencia.

Muchas fueron las claves para que se diera ese resultado, pero ante todo estacó la defensa gasteiztarra. Y dentro del entramado defensivo, Ilimane Diop se doctoró. El gasteiztarra de Dakar sumó una valoración de 16 pese a anotar solo 3 puntos, con una carta de tiro de 1 de 4. Claro, añadirle 8 rebotes, 4 asistencias, un robo y dos tapones viste mucho más. Y todavía más al ver que Dubljevic acabó con 6 puntos –2 de 9 en tiros de campo– y desesperado, y Luke Sikma inédito, siendo Oriola, gracias a su movilidad, el único interior que achuchó algo, aunque solo metió 5 tantos.

No solo. La lesión de Guillem Vives cambió el partido, y seguramente toda la eliminatoria. El base badalonés se torció el tobillo en una desgraciada jugada con Kim Tillie, ya que pisó el pie del francés. Sin el catalán, que es duda hasta el último momento hasta que comience a las 19.00 el primer duelo de La Fonteta, Valencia Basket se quedó con Diot como único base. Sus posteriores sustitutos, San Emeterio, Sastre y Rafa Martínez, bastante tuvieron con pasar el balón de medio campo. El otro base taronja, Sam Van Rossom, fue operado ayer de la rodilla, y causará baja entre dos y tres meses.

Criterio arbitral

Así las cosas, la ocasión la pintan calva para que Saski Baskonia recupere el factor cancha. Claro que es de suponer que el criterio arbitral pueda ser más estricto que el jueves en Zurbano.

En ese sentido, los comentario vía twitter de Pedro Martínez, señalando a Tillie en la lesión de Vives –no intencionado, pero sí responsable–, o las palabras de Rafa Martínez, «ellos son un equipo muy físico que juega al limite de la falta», preparan el terreno para un partido crucial, pero lleno de trampas.