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Gasteiz Big Band, veinte años de ritmos negros desde el presente

Jimmy Bidaurreta es el director musical de Gasteiz Big Band, que hace unos meses cumplía su veinte aniversario, celebrado primero con la edición en cedé de «Radio Radezky», y ahora con una edición especial en vinilo (300 copias) que mantiene la tradición del surco. Desde uno u otro formato canciones dinámicas, explosivas, ági


La Gasteiz Big Band lleva veinte años mostrando de forma sería y divertida los diferentes ritmos negros surgidos a lo largo del tiempo, pero actualizados con respeto y desparpajo. «Siempre tenemos como referencia el espíritu original de las Big Band de los años 30. Pretendían ser una música bailable, de entretenimiento, fábricas de hits radiofónicos. En aquella época también incorporaban recursos o colores sonoros que tenían a su alcance, para hacer más atractivas (a su modo de ver) sus propuestas musicales. Ahí está el jungle style que practicó Duke Ellington, exotismo que evocaba la selva tropical, y que obtuvo gran aceptación. Más tarde aparece Chano Pozo y la percusión cubana, que pasó rápidamente de ser un elemento ‘cool’ a generar un estilo propio», describe Jimmy Bidaurreta, quien desde hace diez años es el director de la Gasteiz Big Band.

Bidaurreta ha pasado por experiencias como Argot, Tumbaíto, Sonora Candela, Javi Pez Orchestra, Acid Gazz, Makala Band, Grog... y Ortophonk, además de su carrera en solitario, creaciones para cine y teatro, más las experiencias “Hotsak dantzan” –arcanas canciones de autores vascos revisadas a ritmo bailable y contagioso. Es, además, uno de los músicos vascos que más ha profundizado en las raíces de la música negra, desde los años treinta hasta el presente. Inquietud que afronta desde la contemporaneidad. Huellas presentes en toda su discografía, bien sea propia, como colaborador, músico (teclados en especial), productor o arreglista.

«En los 90 toqué mucha música latina –recuerda–. Esto me animó a irme al departamento de Jazz & World Music del Rotterdam Conservatorium en Holanda. Antes me dio tiempo a grabar ‘Fauna txiki bat’, del bertsolari Jon Sarasua, en Elkar, y un trío llamado Argot en el sello TX de Angel Katarain. Todo ello en el período ‘prehistórico’ anterior a internet. Acid Gazz –continúa– fue un proyecto muy ilusionante con gente de Irun y Donostia con un directo muy contundente soul-funk y varias actuaciones memorables, quizá un poco antes de tiempo. Hubo grabación aunque sigue inédita. Coincide con la participación en la Javi Pez Orkestra y el disco ‘Sports’, Makala Banda y ‘Hondartzan’, un poco más tarde Ortophonk, y el intenso trabajo de producción y composición de buena parte del ‘Unexpected tapas’ de Makala, retomando la música latina. También fue el tiempo de los ‘Hotsak Danzan’, en Gaztelupeko Hotsak, revisando desde distintas ópticas el repertorio euskaldun y de una obra muy personal como ‘Cosmonaut camel’».

En “Radio Radetzky”, publicado por Orrua Diskak de Zarautz, la Gasteiz Big Band añade también jazz latino, sonoridad no ajena a la gran banda ni a la propia carrera de Bidaurreta.

Recrear clásicos sin tiempo

Con el ánimo de repasar décadas según su ingeniosa traslación la GBB se recrea en versionar “Wonderwal”, de Noel Gallagher, Oasis (espléndida), con Dani Pérez a la voz (muy entonado) y al saxo. También repara en “How deep is your love, de los Bee Gees, éxito en la película “Saturday night fever”; vía Cuba llega el clásico de Ernesto Lekuona “Sidoney”; Cole Porter cede “Too darn hot”; La danza del sable”, de Aram Khachaturian; “Big Mama Cass, de Don Sobesky; “Happy”, el éxito de Pharrel Williams; “Brooklyn”, de N. McIntosh... Todas admirables por producción, arreglos e interpretación..., circunstancias que convierten “Radio Radetzky” en un espléndido disco con sabor a Big Band desde la actualidad. Vintage creativo en su mayor parte instrumental, salvo varias piezas con la sobria y elegante voz de Virginia de la Casa, de familia de músicos.

«Entendemos la Big Band más como un color orquestal que como un estilo concreto (jazz). Tocar ska con una sección de viento tan numerosa, por ejemplo, es una sensación incomparable. El actual fenómeno post modern jukebox de Scott Bradlee demuestra la excelente idea que es versionar temas icónicos del pop en swing u otros estilos clásicos. El jazz también se nutrió de los grandes musicales americanos, que no deja de ser un equivalente en aquella época de esta misma realidad. Nos parece, por tanto, una práctica de lo más corriente. En este sentido, estamos muy orgullosos con la colaboración del cantante y saxofonista Big Dani Pérez en ‘Wonderwall’ precisamente. Virginia ha cantado muchas veces con nosotros en los últimos años y, dado que no había grabaciones con ella, era un debe de la GBB felizmente resuelto. Los De la Casa son, por supuesto, una institución en Gasteiz y con mucho merecimiento. Por otro lado, la actitud divertida es una condición imprescindible», señala el director de esta frenética banda, quien matiza aún más: «Hace años no me hubiera imaginado esta inmersión en el mundo de las versiones pero, efectivamente, tanto el trabajo de campo de los ‘Hotsak dantzan’ como el de la propia Big Band me introdujeron en un terreno que me resulta muy estimulante. Me reconozco admirador de aquel personaje con chiuahua que era Xavier Cugat. Ambas experiencias conforman un recorrido que, supongo, se nutren mutuamente».

La GBB la forman en 1996 el trompetista Joseba Robles y el saxofonista Raúl Romo, gran activista de la escena musical gasteiztarra (Ortophonk incluido), en la escuela de música Luis Aramburu de la que toma el nombre, en primera instancia. Más tarde la responsabilida pasa al hoy director de orquesta Iker Sánchez, con el que pasó a llamarse Gasteiz Big Band, y comenzaron las colaboraciones con el scratch de DJ Parrucho (otro Ortophonker) y el rap. También dio inicio al Big Band Festival en 2004. Quedan dos miembros originales, Rodolfo Noriega y Diego Duque.

En total la aventura mueve alrededor de una veintena de músicos. No es sencillo imaginar cómo se ordena esta civilizada selva de instrumentos. «Lo fundamental es sostener la acción, es una carrera de fondo. Hay que ir no muy rápido y, a veces, apretar un poco el paso. Parece ser que esta máxima está bien entendida y ya van 20 años en los que ha habido tiempo para muchas cosas. Entre otras, y no sin poco esfuerzo, este último disco ‘Radio Radetzky’», opina Bidaurreta.

No obstante, la GBB es, en buena medida, el acto paralelo y extrovertido de otros proyectos: «Digamos que al 50 %. La mitad tenemos una relación profesional con la música (no con la Big Band). La otra mitad no. Esto, sin embargo, le da una cohesión y estabilidad al grupo que los músicos profesionales, promiscuos por naturaleza, quizá no le podrían conferir. Ello ha permitido trabajar un concepto a lo largo de los años, lejos de una big band que simplemente lee temas emblemáticos del repertorio clásico».

Estabilidad, relajo y compromiso con el que han llegado a su aniversario: «Veinte años, sí señor. Como decían Les Luthiers, ‘viejésimo aniversario’. El motivo del paso al sur (de Euskadi, se entiende) fueron circunstancias laborales colaterales. Empecé a trabajar de profesor de fagot en la escuela municipal de Vitoria. En este caso se puede hablar de beneficios colaterales, no van a ser siempre dañinos. Primero iba desde Donostia, luego desde Iruña, después desde Agurain. Ahora vivo a solo 7 kms y, por el momento, me planto», precisa el brillante e inquieto músico nacido en Donostia en 1971.

Detalles

El disco se graba en los estudios Tío Pete de Urduliz y se mezcla y masteriza en el pequeño pueblo de Jungitu: «La grabación en Tío Pete fue un auténtico placer. El ambiente se puede palpar en el videoclip que hicimos in situ de la “Danza del sable”. Imre Studio es como llamo a mi espacio para la música. Cuando llegamos a Jungitu coordinadamente, varias personas a tres casas distintas, creció la población de la localidad de un día para otro en un 10% ¡y se superaron los cien habitantes!».

El diseño pertenece a un reconocido ilustrador de largo recorrido, Txarly Brown: «La relación de Txarly con la Gasteiz Big Band es larga. Ha diseñado todas sus ediciones discográficas desde 2008, logos, además de varios carteles del Big Band Festival que organizamos. También otros trabajos míos en Gaztelupeko Hotsak. Siempre me suele agradecer la libertad con la que diseña para nosotros, y nosotros se lo agradecemos más».

GBB ha iniciado una colaboración con la academia de folclore de Gasteiz, Big Band e instrumentos tradicionales. Habrá disco. Además ofrecerán un concierto tras el pregón de fiestas de Gasteiz y en la que contarán con Sole Giménez, Presuntos Implicados.