Agustín GOIKOETXEA
BILBO

Muñoz pide una izquierda «sólida» que se oponga al neoliberalismo

Txiki Muñoz insistió ayer en la presentación del informe de gestión ante los 736 delegados que participan hasta hoy en el XIV Congreso de ELA, en el Palacio Euskalduna de Bilbo, en la necesidad de que el sindicalismo de contrapoder, por el que apuestan decididamente, cuente como compañero de lucha con «una izquierda política sólida que esté dispuesta a hacer oposición al neoliberalismo» para representar los intereses y expectativas de la clase trabajadora.

El secretario general de ELA y candidato a la reelección, Txiki Muñoz, insistió ayer, en la presentación del informe de gestión del Comité Ejecutivo que él encabeza, en la necesidad de un sindicalismo fuerte de contrapoder, capaz de confrontar con aquellos que pretenden que las organizaciones que defienden los intereses de los trabajadores sean irrelevantes. «Nos jugamos el futuro del sindicalismo», advirtió, apuntando al papel que está jugando el Gobierno de Iñigo Urkullu en la defensa de los intereses del poder económico con «prácticas thatcherianas».

Muñoz dejó claro a lo largo de su intervención que su apuesta es por «más sindicato que nunca y con más perspectiva política que nunca». Avisó al lehendakari de que «ELA no acepta que el Gobierno otorgue credenciales al movimiento sindical sobre qué debe y no debe hacer», situando esa estrategia gubernamental en las reglas de juego que trata de imponer el poder económico a la clase política, también a la izquierda.

Aseguró que quienes imponen el neoliberalismo en Euskal Herria «desean que el conjunto de las fuerzas políticas, izquierda incluida, acepten los estrechos límites de la política institucional para que en la práctica, aunque se den cambios de partidos en las instituciones, nada cambie».

Txiki Muñoz defendió la apuesta sociopolítica de la central que lidera «en un contexto en el que el capitalismo es hegemónico y la socialdemocracia ha renunciado a ser contrapeso al neoliberalismo».

Dijo que el modelo sindical y político alternativo que ELA está construyendo necesita de alianzas, en referencia a LAB pero también a otros agentes del país. «Lo necesitamos todos aquellos que apostamos por políticas alternativas y defendemos un proceso soberanista. Sería muy mediocre renunciar a la suma», confesó el secretario general.

«El modelo sindical y social que defendemos precisa de una izquierda política sólida que esté dispuesta a hacer oposición al neoliberalismo. También al vasco. Una izquierda política –añadió– que no entienda el sindicalismo como algo instrumental y que nos defienda».

ELA estima que para que la izquierda no relativice el modelo de sociedad, ni la relación capital-trabajo, el sindicalismo debe desplegar en los próximos años todo su potencial en lo laboral, social y político, en la búsqueda de una nueva dialéctica.

Potencial de la alianza ELA-LAB

Puso en valor la potencialidad de la mayoría sindical vasca liderada por ELA y LAB, dejando claro que todavía se puede profundizar y sacar más provecho a esa alianza estratégica, calificándola de «imprescindible». Reiteró que su sindicato apuesta por ello, «pero hay que resolver aquellos elementos que obstaculizan desplegar ese potencial en toda su integridad». Incidiendo en ello, Muñoz señaló que se necesita una cultura política que supere inercias del pasado para avanzar.

«Debemos priorizar en la interpelación por los contenidos de la política, con independencia de quién esté en las instituciones. La izquierda política necesita la interpelación social, y nosotros y nosotras necesitamos que esa izquierda política decida que va a confrontar con el neoliberalismo para representar los intereses y expectativas de la gente más necesitada, de la clase trabajadora».

Lucha contra la precariedad

El secretario general de ELA fijó en la lucha contra la precariedad el objetivo principal de esa alianza con LAB, afirmando que, hoy por hoy, esta cuestión no se va a resolver mediante un acuerdo político. «La precariedad debe ser combatida con lucha. Debemos estar juntos en las huelgas; debemos tener una praxis común en materia de negociación colectiva; debemos tener instrumentos similares para que el espacio laboral no sea un espacio de competencia en el modelo de intervención», argumentó.

«Queremos una alianza que interpele, con capacidad de propuesta y movilización, que defienda intereses de clase y que apueste por un proceso soberanista donde el modelo de sociedad sea un elemento central del mismo», manifestó.

El secretario general de ELA criticó que el Gobierno Urkullu no tenga voluntad de confrontar democráticamente con el Estado o, al menos, de desarrollar el Marco Vasco de Relaciones Laborales y de Protección Social. «Las políticas neoliberales compartidas explican el fondo y la forma de los acuerdos. Neoliberalismo y neoestatutismo caminan juntos. El neoliberalismo, más en la fase actual, y la soberanía social y política son incompatibles; en Grecia y en Euskal Herria», concluyó.

En su discurso, no faltó la alusión a la lucha que mantienen las trabajadoras de las residencias de Bizkaia desde hace 200 días, que Muñoz calificó de ejemplar. «Refleja la hipocresía de quienes gobiernan. Es difícil encontrar más desprecio al trabajo de las mujeres. Solo les ha preocupado –en referencia a la actitud del Gobierno foral– que los servicios mínimos anulen el efecto de la huelga», denunció.

Subrayó que «ELA no es el obstáculo a un acuerdo», citando que hace diez días llegaron a uno en una de las residencias en huelga. «Ese conflicto está ganado en la sociedad: la mayoría de la sociedad vasca comprende y comparte las reivindicaciones y valora el trabajo social que desempeñan», destacó Muñoz.

Declaraciones

«Lo único bilateral entre los gobiernos de Madrid y Gasteiz es la aplicación de las políticas de ajuste estructural»

«Nadie debería ayudar a sostener un gobierno que pretende encarcelar a políticos por el simple hecho de querer que su pueblo vote»

TXIKI MUÑOZ

Secretario general de ELA

«El cambio se consolidará en Nafarroa si es social»

El secretario general de ELA afirmó que no desean «ni mucho menos» que el nuevo tiempo político abierto en Nafarroa se vaya al traste. Por eso, Txiki Muñoz insistió en que se consolide a través de la implementación de cambios sociales. «La derecha política y económica que representa el Régimen no ha desaparecido y quiere el desgaste de las fuerzas progresistas. Sin cambios sociales un gobierno progresista se desgasta», advirtió, apuntando a las reformas que se pueden hacer en el campo de la fiscalidad.

Muñoz incidió en que el cambio político no se debe resumir solo en avances en materia de euskara y la reivindicación de la memoria histórica, por mucho que sea necesario hacer justicia. Achacó esa ausencia de cambios profundos, en el papel que están jugando aquellos dentro del Ejecutivo navarro que están más próximos a los intereses empresariales. «Ponemos como ejemplo que el Gobierno haya aceptado la exigencia de la CEN para que la mesa del Consejo de Diálogo Social se mantenga; una mesa en la que se concede veto a la patronal sobre las políticas de empleo. O la apuesta por el TAV. Eso nos parece incompatible con el cambio», advirtió el líder de ELA.

Diferenció eso sí la actitud de Barkos respecto a Urkullu, que dialoga con ellos a pesar de las críticas. A.G.