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El futuro del ISIS


Las ofensivas para liberar Mosul y Raqa, más allá de sus dificultades militares y sus condicionamientos políticos, han abierto el debate sobre el futuro del Estado Islámico y de su califato en Irak-Siria.

Todo apunta a que, como en su día Al Qaeda, el ISIS sobrevivirá, pero no solo como idea –que también– sino enquistándose, en efecto lapa, en conflictos irresueltos a lo largo y ancho del mundo musulmán. E incluso más acá, en Europa.

Hurrengo atentatua Europako bihotzetik Europako bihotzera

Asko idatzi da Europatik Siriara eta Irakera borrokatzera joan ziren 5.000 bat gazteen –%20 hilda daude– itzuleraz. Kartzelatu dituztenak tartean, zerbitzu sekretuek kontrolatuta omen dituzte 1.500. Hala ere, eta arriskua ukatu gabe, Europan azken urteotan gertatu diren atentatu eta erasoen egile gehienak Europatik bertatik atera gabeak ziren. Estatu Islamikoa, kalifatoa, mugaz gaindiko fenomenoa da, bere izenak azaltzen duen bezala. Eta Europaren barne-barnean jarraitzaileak ditu. Asko ez dira izango, baina nahikoak, eta tematiak, dira.

Arranca el asedio kurdo sobre Raqa

Reforzadas con el armamento pesado estadounidense y con su cobertura aérea, las milicias kurdas del YPG y sus aliados rebeldes árabes han comenzado el asalto a Raqa, capital del califato en Siria. Damasco no le va a la zaga y sigue con su ofensiva en tres frentes hacia el este del país. Su objetivo sería expulsar al ISIS de la provincia de Deir Ezzoor y evitar que los aliados de EEUU se hagan con el control de la frontera desértica con Irak. En el contexto de este nuevo frente de guerra, Rusia acaba de anunciar la muerte en uno de sus bombardeos contra Raqa del califa del ISIS, Abu Bakr al-Bagdadi.

La eternización de la ofensiva para liberar Mosul tiene su clave política

Iniciado a finales de 2016, el asalto a Mosul, segunda ciudad de Irak y verdadera capital política del Estado Islámico, se eterniza. Tras la fulgurante liberación del este de la ciudad, las fuerzas especiales iraquíes parecen ralentizar su avance en la otra orilla del Éufrates tras haber sufrido hace meses muchas bajas por la táctica de los coches-bomba suicidas de los yihadistas. Pero ni lo abigarrado de la ciudad vieja de Mosul ni el ansia de martirio de los yihadistas bastan para explicar estas dificultades. Lo mosulíes recelan casi más del Irak chií que del ISIS.

Wilaya del califato en Asia sudoriental

Cuando los analistas auguraban que el grupo yihadista Abu Sayaf (fuerte en las islas de Jolo y Basilan) iba a anunciar la wilaya (provincia) del ISIS en el sureste de Asia, el grupo Maute, una escisión del Frente Moro de Liberación Islámica, tomaba al asalto en mayo la ciudad de Marawi. Manila ha enviado soldados y decretado el estado de sitio. En vano.

Kurduak omen ziren Teherango erasotzaileak

Teherango Parlamentuari eta Khomeini aiatolaren mausoleoari ISISen izenean eraso egin zieten komando-kide gehienak kurduak ziren. Hego-mendebaldeko arabiarren eta balutxistandarren antzera, sunitak dira kurduak eta horien artean ere badaude, ez bakarrik islamistak, jihad-zaleak baizik. Iranek atentatu gehiago espero ditu.

La red Haqani se suma a las deserciones talibanes al ISIS

El ISIS ha puesto su pica en el este de Afganistán, aprovechando disensiones internas y discrepancias sobre la estrategia a seguir por parte de los talibanes tras 16 largos años de resistencia a la ocupación. El año pasado, comandantes talibanes desertores se hicieron fuertes en las provincias orientales de Nangarhar y de Kunar. La tijera entre los talibanes y el Ejército estadounidense –que en abril lanzó contra objetivos del ISIS la «madre de todas las bombas»– ha mermado el empuje del ISIS. No obstante, el califato tiene su fuerte en los combatientes de otras nacionalidades, desde uzbekos del MIU (que podrían establecer bases en el norte de Afganistán), hasta paquistaníes. Las sospechas de que el sangriento atentado de mayo en la Zona Verde de Kabul fue obra de la red Haqani apuntan a que esta última habría abandonado a los talibanes jurando obediencia al califato.

El golpe en Egipto logra que el Estado Islámico se haga fuerte en la Península del Sinaí

El golpe de Estado contra los Hermanos Musulmanes egipcios en 2013 no ha logrado sino avivar en estos años el escoramiento de la inicialmente genuina rebelión de los beduinos del Sinaí, echándolos en brazos del ISIS. Los atentados contra la minoría copta han aumentado en número y en brutalidad y ya no se limitan geográficamente a la wilaya que el califato reivindica en la península del noreste del país. El egipcio es el típico caso de un régimen que logra justo el efecto contrario.

Eskualdeko demokrazian kalifatoaren adarra?

Libia ondoan duela, Tunisian wilaya, hots, eskualde bat osatu nahi du ISISek, Ben Gardan hiri inguruan. Ben Aliren erregimen zaharraren errepresioa gogoan, eta etorkizunik gabe, 6.000 tunisiar joan ziren Irakera eta Siriara kalifatoa inposatzera. Noiz eta zenbat itzuliko diren beldur da Tunisiako demokrazia, ahula baina eskualde osoan dagoen demokrazia bakarra.

Expulsado de Sirte, el ISIS se refugia en el sur

Libia fue el año pasado el destino marcado por el califato para los «brigadistas» europeos del ISIS. No en vano había tomado bajo control un año antes la ciudad de Sirte, cuna natal de Gadafi. Sin embargo, y bajo impulso de EEUU y la UE, las milicias de Misrata expulsaron al ISIS tras largos meses de asedio y tras perder un 20% de sus efectivos. Pero ahora se ha replegado a sus cuarteles de invierno en el sur desértico y amenaza con regresar de la mano de clanes progadafistas despechados

El nuevo liderazgo de Boko Haram acompasa su táctica a la estrategia del califato

Boko Haram, los «talibanes nigerianos», estaban alineados a la red Al Qaeda hasta 2015, cuando juraron obediencia al califa Al Bagdadi. El ISIS dio un golpe de mano el año pasado y designó líder de su sucursal nigeriana a Abu Musab al-Barnaui –hijo del fundador de Boko Haram, Mohamed Yusuf–, condenando al ostracismo al histórico dirigente Abubakar Shekau –enfermo e incluso muerto según rumores–. Desde entonces, la facción liderada por Barnaui –realmente por su lugarteniente en la sombra, Mamman Nur–, ha abandonado la táctica de ataques y secuestros indiscriminados contra civiles, y reivindica concentrar los ataques contra el Ejército y los «cruzados cristianos», en referencia a las ONG presentes en el norte del país, escenario de una insurrección contra la minoría cristiana con decenas de miles de muertos y 2,5 millones de desplazados. El nuevo Boko Haram buscaría el apoyo local para establecer un refugio seguro frente a ofensivas militares como las de 2015. Paciencia estratégica, como la que mostró el ISIS durante años en Irak. Y luego en Siria.