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Merkel reaviva el eje franco-alemán para fortalecer «la familia europea»

En un contexto marcado por la salida de Gran Bretaña de la UE y por el alejamiento de EEUU de sus tradicionales socios europeos, Angela Merkel está dispuesta a reforzar el eje franco-alemán. Así se entiende que ayer diera su visto bueno, aunque oficioso y con condiciones, a estudiar la reforma de la eurozona propuesta por Emmanuel Macron.


En su discurso ante la asamblea anual de la Confederación de la Industria de Alemania, la canciller se mostró ayer dispuesta a debatir, bajo ciertas condiciones, las ideas de reforma de la eurozona propuestas por el presidente francés, Emmanuel Macron, una vez que este ha obtenido una confortable victoria en las elecciones legislativas.

«La cohesión entre los Estados de la zona euro deja mucho que desear», reconoció Angela Merkel, quien añadió: «No es difícil imaginar (...) un gobierno económico» encargado, sobre todo, de estudiar los mejores métodos para promover el empleo en la zona euro, añadió.

«Naturalmente, (es posible) reflexionar sobre la figura de un ministro de Finanzas común siempre que se cumplan ciertas condiciones fundamentales», asumió, aunque reiteró su rechazo a una mutualización de la deuda europea. Y también dijo que está abierta a un «Presupuesto» de la zona euro para financiar proyectos estructurales.

En definitiva, en su opinión, se trata de «reflexionar sobre lo que puede ser más apropiado» para reforzar la familia europea.

Grupo de trabajo bilateral

Como recordó la agencia France-Presse, durante su campaña electoral, Emmanuel Macron puso sobre la mesa su proyecto para llevar a cabo una reforma de la zona del euro que considera esencial para frenar el ascenso de los populismos, incidiendo en la necesidad de contar con una especie de Ministerio de Finanzas y de un presupuesto para los estados de la región de la moneda común.

Merkel, que aparece bien colocada en las encuestas para salir reelegida en las legislativas alemanas de setiembre, ya se había mostrado prudentemente abierta a la posibilidad de avanzar en la Unión Monetaria, pero dijo que prefería esperar a ver el alcance de las primeras medidas que adopte el nuevo presidente francés, es decir, las reformas del mercado de trabajo con las que Macron quiere lograr más competitividad para las empresas y más estabilidad para las finanzas públicas francesas.

Recientemente, París ha dado a entender que, si no cambian mucho las cosas, el déficit público francés corre el riesgo de superar este año, una vez más, el límite del 3% del PIB fijado por Bruselas, cuando el precedente Gobierno de François Hollande calculaba que quedaría ligeramente por debajo de ese nivel.

Hace un mes, París y Berlín acordaron crear un grupo de trabajo bilateral para avanzar en la integración de la zona euro. Sus primeros trabajos serán presentados durante un consejo de ministros franco-alemán que tiene previsto reunirse en el mes de julio.

Cumbre del G20

Por otro lado, durante su discurso ante los patrones de la industria germana, Merkel aludió a la cumbre del G20, que tendrá lugar a principios del próximo mes en Hamburgo, para confirmar que no tiene mucha esperanza en que se produzca un realineamiento de EEUU –con su presidente, Donald Trump, convertido en adalid del proteccionismo– que facilite la adopción de una posición común a favor del librecambio.

«Nosotros estamos convencidos de que la globalización no es una meta en sí misma (...), sino un proceso en el cual podemos elevarnos sobre la base de nuestra convicción en la economía social de mercado», subrayó Merkel. «Haremos todo lo que esté en nuestras manos para lograr un acuerdo tan amplio como sea posible en Hamburgo», aunque esto «no será fácil con la nueva Administración estadounidense», advirtió.

Y es que durante una reunión preparatoria del G20 centrada en aspectos financieros que se celebró en primavera en Alemania, Washington, que acusa a Berlín de competencia desleal en el comercio internacional, ya consiguió que se retirara de las conclusiones una frase que, como era tradición, recogía la condena del proteccionismo por parte de este club de países industrializados.

Desde que llegó a la Casa Blanca, Donald Trump usa sistemáticamente el elevado excedente comercial de Alemania, que contrapone a la pérdida de rentabilidad de los intercambios internacionales para Estados Unidos, con el objetivo de sustentar sus posiciones a favor del proteccionismo.

El BdE insta a subir los impuestos indirectos

Como en el caso francés, las cuentas públicas del Estado español están bajo supervisión de la Comisión Europea y tienen que contar con el aval de Bruselas incluso después de ser aprobadas por sus respectivos parlamentos.

Ayer, el gobernador del Banco de España (BdE), Luis María Linde, instó a acometer un nuevo incremento de la imposición indirecta, particularmente de los impuestos especiales y medioambientales, con el objeto de reducir el «elevado» nivel de endeudamiento público. Así lo señaló durante su comparecencia ante la comisión de Economía, Industria y Competitividad del Congreso para realizar la presentación de su Informe Anual correspondiente a 2016.

«En la vertiente de los ingresos, debería considerarse una revisión de la composición de figuras impositivas que, una vez fijado el nivel deseado de gasto público, permita obtener la recaudación necesaria del modo más estable y eficiente posible», comentó Linde. GARA