La juventud aguanta la presión

Chile llegó a ahogar a Alemania en la primera mitad, pero los germanos se recompusieron a medida que los sudamericanos perdían gas.

ALEMANIA 1

CHILE 1

Alemania y Chile firmaron la paz en Kazán (1-1), un empate que les permite a ambas escuadras clasificarse para semifinales sumando un único punto en la última jornada, si bien tanto europeos como sudamericanos buscarán ganar con el mayor número de goles posible a su favor para hacerse con el liderato del grupo B.

Además de repartirse los puntos, germanos y chilenos también se adjudicaron una parte cada uno. La primera cayó del lado de los de Juan Antonio Pizzi, todavía con el depósito repleto de oxígeno, quienes asfixiaron a los teutones, hasta el punto de obligarles a cometer errores decisivos. De ahí llegó el 1-0, cuando Mustafi, fiel al estilo de Joachim Löw de salir con el balón controlado, perdió un esférico ante Arturo Vidal, que le dio una asistencia mortífera al niño maravilla Alexis Sánchez.

En ese momento, parecía que a los campeones del mundo su plan de llevar a Rusia al equipo B les iba a estallar en las manos, pero la bisoñez alemana iba a ir demostrando con el paso de los minutos que podía con la presión del rival y con la de un torneo integrado por las mejores selecciones. No sin algún que otro desacierto más en posiciones delicadas, la Maanschaft fue ganando enteros hasta hacerse con el control.

Pacto de no agresión

A ello ayudó notablemente que el cuadro germano lograse equilibrar el luminoso a falta de cuatro minutos para el descanso. Alemania había dado sensación de colapso con el estrangulamiento físico al que le sometió el rival, pero Chile se olvidó de la eficiencia productiva de la maquinaria germánica. Siguiendo el abc del fútbol, Stindl se adelantó a su marcador tras culminar una jugada llevada por el centro y con apertura a banda.

Acompañó al crecimiento de los de Löw el que los campeones sudamericanos ya no pudiesen aguantar el ritmo del primer periodo, mientras el choque fue poco a poco decreciendo a la vista de que el resultado favorecía a ambos bandos.