La primera ministra noruega, Erna Solberg, advirtió ayer tras reunirse en Oslo con el presidente brasileño, Michel Temer, que su país recortará su aportación al fondo para proteger la Amazonía si se confirma el aumento de la deforestación.

Los últimos datos provisionales difundidas por el estatal Instituto Nacional de Pesquisa Espacial revelaron que la Amazonía brasileña perdió 7.989 kilómetros cuadrados de cobertura vegetal entre agosto de 2015 y julio de 2016, un área un 29% superior a la del año anterior. La mayor deforestación en ocho años

Noruega, que ha aportado cerca de 875 millones de dólares y financia actualmente 89 proyectos en la mayor selva tropical del mundo, es el principal contribuyente al fondo.

«Nuestra aportación se basa en que pagamos por resultados. Un incremento documentado de la deforestación supondrá una reducción de los pagos. Si las cifras provisionales se confirman, habrá una menor aportación en 2017», dijo Solberg, quien destacó que «hay fuerzas en Brasil que quieren debilitar las leyes medioambientales y reducir las áreas protegidas».

El ministro de Clima y Medio Ambiente noruego, Vidar Helgesen, ya había avisado a su homólogo brasileño de que la financiación podría interrumpirse si Brasil no mejoraba los datos de deforestación en el futuro.

Las últimas cifras amenazan el cumplimiento del objetivo de reducir la deforestación de la Amazonía a un área inferior a 4.000 kilómetros cuadrados al año a partir de 2020, que figura además en el Acuerdo de París.

Noruega es el octavo inversor extranjero en Brasil y está presente sobre todo en áreas de petróleo, gas y construcción naval.