El Ibex se ha comido en dos días buena parte del salto dado en la primera sesión de la semana. Sin viento de cola que le empujara y la ausencia de informaciones estimulantes para los inversores, el Ibex consumió ayer las horas moviéndose en un estrecho margen de 80 puntos, sin poder superar los 10.600 puntos en ningún momento y dejando señales de debilidad en su intento de volver a mirar hacia los 11.000 puntos. Tampoco la salida de Wall Street, tras la fiesta del 4 de julio, supuso aliciente alguno, dado que los índices principales apenas se separaban de los niveles de salida.

La publicación de las actas de la Fed tras el cierre de los mercados en Europa y el frenazo en la racha alcista del petróleo invitaban a la prudencia. Los inversores, como es habitual, tratarán de encontrar pistas sobre las intenciones de Janet Yellen para el resto del año, después de que el 14 de junio subiera los tipos de interés entre el 1% y 1,25%. De otro lado, hizo daño la negativa de Rusia de sumarse al nuevo posible recorte de la OPEP lo que cortaba de raíz la recuperación del precio, que rompía una cadena de nueve días al alza.

El Ibex terminó la jornada con 10,523,60 puntos, tras recortar un 0,41%. Las plazas europeas, por el contrario, lograron acabar con leves avances: París mejoró un 0,10%, Fráncfort, un 0,13%, y Londres, un 0,14%.

Por valores del Ibex, se significaron las bajadas de Repsol (-1,70%) y Telefónica (-1,36%), los peores del selectivo. ArcelorMittal, Caixabank e Indra recortaron, por su parte, más de un 1%. Entre los ganadores, destacaron Ferrovial (+1,98%) y Abertis (+1,33%). Dentro del Cac, el giro a la baja del precio del crudo castigaba a TechnipFMC (-2,88%) y Total (-1,49%), mientras que Solvay (+1,39%) era empujado por una buena recomendación.