El Ibex encadenó tres sesiones en rojo y regresó al punto de partida de la semana, por debajo de los 10.500 puntos. Sigue sin haber estímulos para los inversores, que parecen confiar en los resultados del segundo trimestre para encontrar opciones de apostar con mayor decisión por la bolsa. Ayer, el Ibex perdía un 0,24%, hasta los 10.498,40 puntos. En Europa, excepto Milán, todos los índices sufrían recortes. Fráncfort descontó un 0,58%; París, un 0,53%, y Londres, un 0,41%. Los inversores miraron con lupa las reflexiones que los miembros de la Fed y el BCE hicieron en sus últimas reuniones. En Estados Unidos, ha comenzado a fortalecerse la idea de que la Fed iniciará pronto la reducción del balance de activos, mientras que el BCE reclama paciencia con la insuficiente evolución de la inflación. No obstante, los expertos ven en lo publicado ayer sobre la eliminación del compromiso público de compra de deuda, unido al descuido de Draghi en Portugal al asegurar que el BCE acompañará la recuperación, una señal de cambio no muy lejano en la política monetaria. Así lo tomaba el mercado de deuda, donde se produjo un fuerte aumento de las ventas.

Dentro del Ibex, sigue el foco sobre Santander (+0,89%), aupado por la compra de Popular. Ayer comenzaba la cotización de los derechos de suscripción para la ampliación de 7.200 millones. El sector bancario se decantó por las ganancias. Bankia sumó un 1,77%, BBVA, un 0,76%, Sabadell, un 0,55%, y Caixabank, un 0,53%. Inditex cedió un 1,05%, y Telefónica, un 0,21%. Los más bajistas fueron Ferrovial (-4,07%), Mediaset (-3,45%) y Dia (-2,80%). En París, el peor era Sodexo (+6,03%), castigado al reducir sus previsiones de crecimiento. Peugeot (+2,82%) lideró las alzas.