El corazón de la ventisca

Después de la desastrosa “Batman & Robin”, se confió en un tal Christopher Nolan para rehabilitar la franquicia del “hombre murciélago”. La decisión se saldó en un acierto total: una trilogía alabada por crítica y público y un director que, aparte de garantizar éxitos en taquilla, ha llegado a ser considerado por algunos como el nuevo Kubrick. Casi nada. Pues bien, después del fiasco de “Batman Vs Superman”, adivinen quién ha sido el encargado de resucitar a “The Batman”. Correcto, Matt Reeves.

Sirva como una de las muchas credenciales para dicho encargo, la película que ahora nos ocupa. “La guerra del planeta de los simios” es la guinda a otra trilogía de blockbusters ciertamente memorables. Un paso más en la escalada de tensión entre humanos y primates que tiene que llevarnos, recordemos, al mítico momento de Charlton Heston derrotado en la playa.

Aquel film originario de Franklin J. Schaffner sigue siendo una de las cumbres de la ciencia-ficción, en parte, por lo bien que supo tratar la base intelectual de la novela de Pierre Boulle. Pero es que Reeves poco tiene que envidiar. Sus simios brillan de nuevo, primero por una técnica deslumbrante que acerca aún más la imagen digital al fotorrealismo, segundo por la facilidad con la que conjuga referencias (véase la propia trama, planteada como la de “Apocalypse Now”), pero sobre todo por no perder la medida humana ante tanto prodigio tecnológico. Por momentos, los pelos se ponen de punta al comprobar cómo estas criaturas renderizadas por ordenador son capaces de reflejar tan bien las terroríficas y aun así esperanzadoras contradicciones de la naturaleza humana. Este es, efectivamente, uno de los taquillazos más gratificantes del año.