Raimundo Fitero
DE REOJO

Confusión

Soy muy fan de Rufián, pero empiezo a renegar. O al menos a planteármelo dentro de un debate más abierto. El motivo es su desembarco en “Sábado Deluxe” de Telecinco. La primera vez me pareció curioso, pero divertido. Que siga y se avenga a hacer un cara a cara con el padre Apel.les me coloca en una duda más metodológica que ética. Si comparo sufro momentos de alivio. ¿No es un circo sobreactuado, ese plató de la extrema derecha mediática y otros políticos y periodistas que intentan poner algo de equilibrio en La Sexta?

Como muy fan de Rufián y observador impertinente del electrodoméstico esencial, le recomendaría prudencia. Moderación. Dosificación. Entre otras cosas porque cuando tiene tiempo de prepararse las intervenciones parlamentarias resulta eficaz, provoca la atención general con la lentitud, el espacio, los silencios ensordecedores. Pero en la tele, con Jorge Javier, no tiene los mismos recursos y si colabora, me imagino que con buen sueldo a hacer espectáculo televisivo con los colaboradores histéricos y fachillas junto al padre Apel.les, entra en el territorio de la confusión de su rol político y que puede variar el lugar que ocupa en el imaginario colectivo en horario de máxima precariedad deontológica.

A la vez en TVE vimos dentro de “No es un sábado cualquiera” escenas penosas de Ainhoa Arteta cantando desafinada, incómoda, con un pianista y un actor, Fernando Gil, que hace su papel de presentador que no funciona ni él ni el programa en general. Otro fracaso en el entretenimiento de TVE, que son los mejores en la manipulación y exaltación del líder de la banda. Pasaron la otra noche un documental sobre ETA y la petición de juicios universales por crímenes de genocidio, y de lesa humanidad. Inmejorable. Imposible mostrar de manera más clara la estrategia. Sin confusión.