Raimundo Fitero
DE REOJO

Cerrada

Ojalá no sea por vacaciones, sino para siempre. Cerrada la central nuclear de Garoña. Aseguran que se tardará trece años para su desmantelamiento a partir de hoy. Si han tomado la decisión en estos momentos desde el gobierno de Rajoy es que la situación era insostenible. O sea, un triunfo o una rendición. Depende de quién mire y desde dónde. En cualquier caso, un alivio. Una fecha histórica. Un peligro nuclear menos. Porque hay más peligros que nos rodean. Pero estamos en agosto y lo que importa es Venezuela.

Recuerdo un programa latino que se llama “Caso cerrado”, una de esas parodias de juicios de faltas, casi siempre emparentadas con las relaciones personales. En las televisiones estatales ha habido programas similares. Son de predicamento popular porque, algunas veces, se aprenden cosas sobre las relaciones con nuestros vecinos. Me ha venido a la mente porque he leído un confidencial sobre el acuerdo presupuestario del PNV con la banda de Rajoy y dicen que se trata de asegurar inversiones, se supone que en el TAV, no me cabe la menor duda, y que se repatríen a los presos vascos. O al menos se les acerque.

Pero claro, a Kepa del Hoyo lo acaban de repatriar en una caja de pino. ¿No siente Urkullu un poco de remordimiento por este infarto sufrido a setecientos kilómetros de su casa? Yo digo que son cómplices necesarios todos aquellos que no han impulsado el fin de la política guerrera de alejamiento. Si se hiciera en la Venezuela actual algo parecido, ¿qué opinarían los tertulianos desmelenados? Eso que pienso yo ahora, y tendrían razón como yo la tengo por lo que hace el gobierno español con el consentimiento del ejecutivo vasco. Si dijeran o retorno de los presos o no hay presupuesto, se acabaría parte del problema. Ellos están a lo que están. Cerrando contratos.