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CICLismo

La grandeza de dar salida a los juniors

Juanjo Sebastián destaca que el Eibar Energia Hiria Debabarrena destina supresupuesto a permitir el paso a aficionados a jóvenes que no tienen equipo.


Juanjo Sebastián es el responsable del Eibar Energía Hiria-Debabarrena, cuya filosofía en las últimas tres décadas defiende: «Cada vez pasaban menos juveniles al margen de los dos o tres que ganaban carreras, que no es una seguridad de que lleguen a ser un gran ciclista. En el camino te dejas un montón de juveniles con capacidad que no destacan porque estudian y como veíamos que había un hueco nos hemos dedicado a eso».

Recuerda a GARA que con el Debabarrena pasaron a aficionados profesionales actuales como Ion Izagirre (Bahrain), Mikel Aristi (Delko), los Euskadi Murias Aitor González, Julen Irizar y Eneko Lizarralde o Jokin Etxabe (Aevolo) y añade que «tenemos más presupuesto que algunos a los que se llama grandes por correr la Copa de España».

Por eso defiende que «la clave está en qué te gastas el dinero. Si te lo gastas en traer un colombiano de 25 años que gana en el Torneo Euskaldun y vas a correr en Salamanca en lugar de Ataun se te llama grande. Y me pierdo. Ha habido años que hemos andado con más de 100.000 euros de presupuesto y se nos ha llamado modesto por no gastarte el dinero en tres corredores de fuera. Preferimos darle bicicletas y ropa a chavales que no tienen equipo, que entre eso y el seguimiento médico nos cuesta 3.000 euros cada chaval».

«Nunca me ha importado que me llamen modesto porque como club nos interesa trabajar en la modestia, aunque en toda la parte técnica tenemos títulos a nivel nacional. Galder Lasuen, clave en la cantidad de ciclistas profesionales de Ermua, ejerce de director, Lander de mecánico, Nerea de masajista... Son gente que había que pagarles por su labor y nos dedican su tiempo libre y podrían estar en equipos profesionales», defiende.

«Somos un equipo anónimo

El presupuesto del equipo lo cubren el ayuntamiento de Eibar, la Diputación, los ayuntamientos de Debaldea y los 2.800 socios del Club Deportivo de Eibar: «Son el sustento principal porque somos anónimos. Nos cuesta un montón meter un chaval entre los diez primeros y llevamos tres años con el nombre de Eibar Energia Hiria y la gente no sabe que nos llamamos así. Nos siguen llamando Debabarrena. En la prensa no tenemos espacio porque no tenemos un ganador, pero nos olvidamos quién ha formado a ese ganador en juveniles y primeros años de aficionado. Ahí se gasta mucho dinero y cuesta lograrlo porque del anónimo no habla nadie. No puedes pedir ayuda a una empresa porque no hay retorno».

Sebastián recuerda que en toda su historia solo han corrido en su equipo dos japoneses por petición del patrocinador que tenían, CDR, y el chileno Pablo González, porque estudiaba en Eibar, y destaca que «en el campo aficionado cada uno encuentra cuál es su labor. Para algunos es ganar carreras y pasar ciclistas al campo profesional. Nosotros nos hemos centrado en abrir esa puerta de pasar juveniles a aficionados y si existimos es porque nos dimos cuenta de cuál era nuestra labor. Si nos llegamos a plantear ganar carreras y pasar profesionales habríamos desaparecido. No hay más que ver en los últimos veinte años cuantos equipos han aparecido con esa idea y ya no están».

Una vida dedicada al ciclismo

Juanjo Sebastián lleva la mayoría de sus 58 años entre bicicletas. Fue ciclista desde los 15 hasta los 25 y es el presidente de la Comisión de Ciclismo del Club Deportivo de Eibar, con cuyo equipo lleva como director 22 años. Además como organizador ha conocido la Euskal Bizikleta, la Itzulia y la clásica de Donostia. Desde los años 90 se ha dedicado a dar una salida a todos los jóvenes de Debaldea que no tenían equipo para pasar a aficionados y también llegó a sacar uno femenino con Leire Olaberria.

«En ese momento teníamos un equipo de ciclocross muy fuerte y veíamos que no merecía la pena gastar tanto ahí y sacamos un equipo de chicas vascas que necesitaban esa ayuda. Cuando se enredó con el tema de traer extranjeras, vimos que no era nuestra línea y decidimos trabajar con la base allí donde creíamos que había que gastar el dinero. No estamos de acuerdo con gastar dinero para traer ciclistas de fuera cuando aquí hay gente sin equipo y los juveniles no pueden pasar a aficionados», reitera.J.I.