Zurdos del mundo, uníos. O unidos. No tenía en mis archivos emocionales la conciencia de que existiera un día dedicado a los zurdos. Y eso que tengo cerca de mí a varios zurdos asimétricos. Gente que come con la izquierda pero chuta la pelota o escribe con la derecha. También a zurdos totales. Y a zurdas absolutas. Pensar que en las escuelas se obligaba a los zurdos a escribir con la derecha. Les ataban la zurda, lo he visto. Era por culpa de la ideología imperante, de la uniformidad propuesta. Los zurdos estaban estigmatizados. Hoy están con otro tipo de  problemas.

Yo aprendí que existían herramientas para personas zurdas. E instrucciones de uso para ellas. Intente usted atornillar o montar un mueble de Ikea con la izquierda. En este día dedicado a estos congéneres he leído tantas cosas, algunas estupideces, que empiezo a creer que cuando en una organización juvenil me enseñaron a manejar las dos manos y a hacer cosas con los ojos cerrados me dieron instrumentos y recursos no solamente de supervivencia física y utilitaria sino también mental que después derivaron en capacidades para usar los dos hemisferios políticos. Y no estar loco.

Pienso la cantidad de veces que he utilizado los dedos de mi mano izquierda escribiendo estos artículos y otros panfletos y por la manera en la que están desgastadas las teclas, soy más zurdo que derechista. Hay dos vocales en la zurda y tres en la derecha y sin embargo se utilizan (o yo utilizo) más los de la zurda. Cuestión de idioma, de tacto, incidencia y ritmo. Según qué marcas de ordenadores portátiles están pensados para zurdos. Todo los puertos están a la izquierda. Como pienso que todas las salidas al momento actual de implosión política deben ser por la izquierda. Ya sea con zurdas totales o con ambidiestros con preferencia sobre la izquierda.