Rafael Nadal, cabeza de serie número uno, cumplió con los pronósticos y se proclamó campeón del Abierto de Estados Uni- dos al ganar por 6-3, 6-3 y 6-4 al sudafricano Kevin Anderson, vigésimo octavo preclasificado. Además, consolidó su posición de número uno de la ATP. A sus 31 años jugó su vigesimotercera final de un Grand Slam y la cuarta del US Open, y logró por primera vez desde 2010 dos títulos en torneos mayores tras haber sido campeón también en Roland Garros.

Tiene ya en su haber 16 títulos de Grand Slam, solo superado por los 19 del suizo Roger Federer, que también esta temporada logró otros dos, el Abierto de Australia y el de Wimbledon.

El manacorí fue muy superior a Anderson, al que venció por quinta vez en los mismos duelos que han mantenido como profesionales, la última había sido en Barcelona, donde le ganó en octavos (6-3 y 6-4).

Ahora Nadal tiene una marca de 56-9 en lo que va de temporada y de 53-10 en los partidos que ha disputado en sus trece participaciones en EEUU.

Nadal, para alcanzar el título de campeón tuvo que superar al serbio Dusan Lajovic, al japonés Daniel Taro, al argentino Leonardo Mayer, al ucraniano Alexandr Dolgopolov, al joven revelación ruso Andrey Rublev, al argentino Juan Martín Del Potro (24) y a Anderson (28) para llevarse un premio en metálico de 3,3 millones. Mientras que Anderson, de 31 años y 32º del mundo, que jugó su primera final del US Open y de un Grand Slam, superó al estadounidense JC Aragone, que entró a través de la fase previa, al letón Ernest Gulbis, al croata Borna Coric, al italiano Paolo Lorenzi, al local Sam Querrey (17) y al español Pablo Carreño (12) y se llevó un premio de 1,5 millones.

Nadal, después de dos años sin sumar ningún título de Grand Slam, ha resurgido este año con otra temporada de ensueño que culminó de manera mágica y brillante en la pista central Arthur Ashe, de Flushing Meadows, donde apenas necesitó dos horas y 27 minutos para ganar a su rival.

Nadal reconoció que no tiene «nada que soñar ni que pedir» más allá de estar sano, algo que ve clave en su carrera junto al espíritu competitivo. No obstante, matizó, que cuando ocurren cosas que no se pueden controlar es «momento de parar, descansar», y analizar si se tiene «ilusión y fuerza para volver», algo que añadió que siempre ha tenido hasta ahora.

Muguruza estará en el Masters

Por otra parte, Garbiñe Muguruza oficializó el número uno del mundo y su clasificación para el Masters de Singapur, donde se darán cita las ocho mejores y se disputará del 22 al 29 de octubre. Participará por tercer año consecutivo, pero antes tiene previsto disputar tres torneos en Asia: Tokio, Wuhan y Pekín.

«Cada temporada, uno de mis principales objetivos es estar en Singapur, ya que allí solo llegan las mejores jugadoras del año», declaró ayer Muguruza y añadió que asegurar la plaza «tan temprano, me produce mucha satisfacción y me motiva para seguir trabajando duro de cara al final de la temporada».