SEP. 23 2017 DE REOJO Anti Raimundo Fitero Son muchos días callando, pero no aguanto más. La Liga de Fútbol ha sancionado a un equipo de primera división por no cumplir el contrato escenográfico. Por no mentir como se debe. Se retransmitió este fin de semana uno de las decenas de partidos desde el campo del Celta y el tiro de cámaras mostraba constantemente que no había ni lleno, ni nada parecido y se veían excesivas plazas vacías. Es decir, hay que colocar a todos los asistentes de tal manera que por televisión no recibamos ni un átomo de verdad. Que si hay media entrada o un cuarto de entrada no se vea para mantener el discurso tendencioso. Se tiene que hacer creer que siempre están llenos los estadios de fútbol. Trucos y anti verdad o posverdad. O antitrucos. Lo cierto es que con las cámaras se miente tan bien como sin las cámaras. Es lo que se llama manipulación. Es lo que cantan los catalanes que rodean a los periodistas desplazados a los lugares de concentración de personas que son calificadas constantemente del insulto apropiado mandado por el argumentario de la banda e Rajoy. Por eso les gritan, porque a veces, en la edición, en la locución, en los resúmenes, se trata de hacer lo contrario, expandir y difuminar los concentrados, para poder medir con una manifiesta falta de rigor y siempre a favor del Gobierno español. Y siguen los trucos, las manipulaciones, los mensajes, las vueltas de tuerca, los excesos verbales, ideológicos, judiciales y de toda índole. Esto va mal. Sedición es algo muy serio. Hay imágenes reiteradamente ofrecidas por los canales de manera sospechosa en los que se ve a jóvenes sentados encima de coches de la Guardia Civil, y los van a empurar. No les meten la antiterrorista de milagro. Todo se andará. El lenguaje va subiendo de volumen y no se soluciona ni con fandangos ni otros trucos baratos.