Casi todos los que escribimos del monotema, nos convertimos en pitonisos de cuarta categoría involuntariamente. ¿Qué va a pasar mañana o pasado en Catalunya? ¿Están negociando en secreto las partes involucradas en este conflicto? He decidido no atender a los programas televisivos que hacen especiales para intoxicar. Vi un momento a Klaudio en ETB-2, entrevistando a una catedrática catalana de economía de marcada tendencia independentista, tras el llamado profesor Bernardos, que dice ser catalán, pero de extrema derecha económica unionista y conspirador constante, y sentí una nostalgia absoluta recordando los tiempos en los que los programas de entretenimiento entretenían, los cómicos hacían chistes y la conciencia se formaba en lecturas, congresos, militancia y sentimientos de pertenencia.

Todo vale. En TVE en un día donde dos convocatorias generales de concentración marcaban la agenda, una de marcado tufo patriotista español, con banderas rojigualdas al viento, camisas nuevas, consignas de unidad con violento acento tardo-franquista y la otra con la gente vestida de blanco, sin banderas, en los ayuntamientos de ciudades de todo el Estado español pidiendo negociación entre el Govern y el Gobierno. Pues a la pactista ni caso, la de banderas y consignas feroces abriendo edición. Y después acusan a ETB o TV3 de partidismo y de estar ideologizadas. Lo de TVE es vergonzante.

Y digo que todo vale por la manera de informar de esas acciones de terrorismo económico que están haciendo bancos y empresas con sede social en Catalunya, marchándose nominalmente a otros lugares. La que me parece más denunciable es Agbar, Aigües de Barcelona, empresa centenaria que se ha ido a Madrid. Por los grifos solo sale agua transportada por esta empresa nacida municipal y convertida en multinacional privada.