Pese a su juventud, Isaac Peraire es vicesecretario de Organización de ERC y también alcalde de Prats de Lluçanes, su localidad, en consecuencia uno de los citados por la Fiscalía por impulsar el referéndum del 1-O.

El pleno del martes en el Parlament ha dejado una foto algo confusa. En el soberanismo la CUP se mostró molesta, en el PDeCAT hay voces diferentes, ¿y ERC qué dice? ¿Asume al 100% la decisión del president?

ERC ha trabajado muchísimo y hace mucho tiempo para culminar la República catalana. Y lo que más nos ilusiona es poner en marcha un proceso constituyente. Nos hemos dejado la cara por el referéndum; recuerdo que gente nuestra ha estado detenida. El 1 de octubre nos contamos y hemos visto que somos mayoría. Por tanto, estamos satisfechos porque lo importante del martes es que el president asumió el resultado del referéndum y dejó clarísimo el compromiso. Se remarcó también con la Declaración sellada posteriormente. ¿Que algunos preferimos ir más allá? Seguro que sí, pero también hay otros que preferirían ir menos allá.

¿Qué efectos positivos tiene esa suspensión de la Declaración de independencia?

Es una mano tendida de cara al mundo y con eso ganamos credibilidad al tiempo que no se renuncia a nada. En este sentido la gente está tranquila. Y consciente de que debemos movilizarnos más, porque nuestra gran fuerza es la movilización de la gente. Me parece importante también que el president explicó toda la historia reciente: el ataque del Constitucional al Estatut, las propuestas de nuevo pacto de financiación, las 18 ofertas de acordar un referéndum... En esa secuencia queda claro que el trabajo no es de un día. El martes no acabó nada, pero seguimos ganando terreno.

¿Cuánto era de importante retener el capital logrado el 1-O, había miedo de que una DUI redujera el volumen de apoyos?

Si nos fijamos en los números del 9-N [2014], 27-S [2015] y este 1-O, y además tenemos en cuenta los que no pudieron votar, el capital es cada vez mayor. La mayoría es clarísima. El deber del gobernante es estar al lado del pueblo. ERC es la garantía de ello, no estará en un gobierno que no haga ese trabajo de culminar la República catalana.

Es uno de los más de 700 alcaldes citados por la Fiscalía, y en su caso no es la primera vez que pasa por los tribunales. ¿Qué efectos está teniendo eso?

Lo que están consiguiendo es que avancemos más, y es lógico: ¡Nos citan por colaborar con la democracia! Todos los habitantes del Estado español deberían hacer una pequeña reflexión sobre eso. A nivel personal, mucha tranquilidad y responsabilidad. No nos da miedo jugarnos nuestro futuro ni el patrimonio.

El unionismo empezó el domingo pasado en Barcelona a salir a la calle en masa. ¿Existen problemas de convivencia por este motivo en pueblos pequeños como el suyo [menos de 3.000 habitantes]?

No. La convivencia sigue siendo eso, convivencia. Y no depende del tamaño de la localidad: pequeña o grande, igual Prats de Lluçanes que Barcelona, nos respetamos totalmente. Yo he seguido en mi pueblo partidos de la selección española con aficionados con su bandera al lado; no hay muchos, cierto, pero están ahí y todos somos muy respetuosos. Esto no va de banderas. De banderas no se come. Con una República catalana, quienes se sienten españoles van a seguir sintiéndose españoles todo lo que quieran. Y conozco españoles que han votado independencia.

PSOE y PP anuncian una operación de posible reforma constitucional. ¿Se lo cree ERC?

Me gustaría que ocurriera por la buena gente de España, pero para Catalunya llega tarde. No creemos en nada y no vamos a participar en pantomimas, aunque si lo logran yo desde luego me alegraré por ellos.

El momento es crucial. Puigdemont habló de semanas, la CUP fija un mes de plazo. Miremos por si acaso a dos meses vista, ¿dónde estaremos entonces?

Honestamente, ni idea. Lo que sí sé es que en ERC vamos a seguir firmes con esta línea. Es un mandato popular. Es nuestro compromiso. Y es además lo que más ilusión nos hace.