Beñat Intxausti viajará mañana a China para participar desde el jueves hasta el martes en el Tour de Guangxi, la carrera que cerrará esta temporada el World Tour. Será su segunda carrera de este año, solo tomó la salida en la clásica de Donostia, y se marca el objetivo de acabarla y poner fin a veinte meses de suplicio por un virus que no ha podido superar hasta ahora.

Intxausti dejó Movistar tras un 2015 en el que ganó una etapa en el Giro y fue cuarto en la general de la Dauphiné, segundo en Castilla León y tercero en Lizarra y en la Vuelta a Andalucía. En sus primeras carreras con el Sky en febrero de 2016 logró un tercer puesto en la Volta a Valencia, con un segundo puesto en el Xorret de Catí.

Pero entonces llegó la mononucleosis. Reapareció en junio, cuando corrió los cuatro días del Tour de Eslovenia y abandonó en julio en la tercera etapa del Tour de Polonia, y tuvo que volver a parar y estuvo más de un año sin ponerse el dorsal hasta su participación en la clásica de Donostia sin acabar.

«Fuimos para ver cómo respondía el cuerpo en carrera y vimos que no estaba para correr. Luego tuve cuatro o cinco días malos tras la carrera. Desde entonces he mejorado en los entrenamientos y espero estar mejor en China», trasmitía ayer Beñat Intxausti a GARA tras completar su entrenamiento.

«Parece que estoy mejor»

Reconoce que «todavía no estoy al 100%, pero sigo entrenándome y mejorando. Parece que voy un poco mejor. Voy poco a poco, salgo seis veces a la semana y no estoy para marcarme objetivos, pero por lo menos sí para estar en carrera y es buena señal».

Por eso, cuando pocos quieren correr en China en octubre, «pedí ir voluntario a esta carrera y el equipo dijo que también lo veía bien. Mucha gente no tiene ganas ni fuerzas a finales de octubre de correr tan lejos. Yo voy supermotivado, con muchas ganas. Tampoco tengo un objetivo. Voy allí a rodar, a estar con el equipo, a ir cogiendo ritmo y quitar la carbonilla e ir día a día en carrera. No es una prueba dura, las etapas son cortas y es una vuelta idónea para estrenarnos. Acabar sería un objetivo cumplido». De las seis etapas solo hay dos duras, la del domingo con final en el Mashan Nongla (151 km), con una subida final de 3,3 al 6,2%, y la del lunes con 212 kilómetros y tres puertos.

Allí Beñat Intxausti espera poner fin a un «proceso muy largo. En febrero, cuando parecía que mejor iban las cosas, me vino el virus y se me quedó el año en blanco. Fui a un par de carreras en malas condiciones y decidimos parar en julio. Cuando paré le di la vuelta, pero al correr me vino el virus en invierno. Desde enero he ido mejorando muy poco a poco, con bajones físicos, llevándolo día a día con calma y paciencia. Ha sido otro año perdido. Mentalmente ha sido un proceso muy largo, sobre todo este segundo año».

Añade que en este proceso «desde el primer momento he contactado con los médicos del equipo y con especialistas y expertos en virus haciendo siempre lo que decían de descansar y cómo hacer las cosas. Al final sabíamos que nos encontrábamos ante un virus bastante cabrón y no sabes las fechas exactas para volver. Desgraciadamente, ha sido el peor de los casos, se ha alargado muchísimo porque el cuerpo no responde como queremos. He sentido todo el apoyo y confianza del equipo y eso me ha dado tranquilidad y confianza. He tenido días malos, de dolor de cabeza, de malestar, de descansar un día o dos... Es complicado para nosotros, acostumbrados a salir todos los días cuatro o cinco horas. Ahora estoy mejor, no al 100%, pero lo que quiero es volver a la dinámica de las carreras y volver a dar mi nivel el año que viene».

Agradecido a Sky, con el que seguirá

Aunque el Sky no ha anunciado todavía su renovación, Beñat Intxausti da por seguro que continuará en el equipo inglés a pesar de pasarse los dos años casi en blanco por sus problemas de salud: «Ellos saben mi situación y se han portado de maravilla conmigo. Saben que tienen mi disposición para el año que viene y seguiré en el equipo. Cuentan conmigo y quiero volver al 100%. Seguramente después de China, descansaré, para en diciembre juntarme con el resto de compañeros en Mallorca».

Agradece el apoyo que le ha dado el Sky: «Ven que estoy mejor, que han pasado dos años difíciles. Ellos saben que con el tiempo estaré en mi sitio y otra vez con un poco de confianza que me ha dado el equipo. La verdad es que no les he hecho ni falta estos años, pero ellos saben qué nivel puedo dar cuando corra con ellos. Saben que estoy dispuesto para seguir en el equipo y tanto los directores, como los médicos como el mánager Dave, todo el staff, han estado siempre conmigo». J.I.