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EUROLIGA - SASKI BASKONIA

Hora de revertir en Tel Aviv la mala imagen a domicilio

El Maccabi, aunque haya cambiado a 12 jugadores respecto al año pasado, a las órdenes del exbaskonistaNeven Spahija, se imponía por 17 puntos de ventaja en la primera jornada en la pista del Bamberg.


Después de los desatinos en Fuenlabrada –«algo normal, mientras se tome con paciencia», según recomendaba a Radio Vitoria Neven Spahija–, Saski Baskonia está ya en Tel Aviv para vérselas esta tarde a las 20.05 con el Maccabi –del propio Spahija– en la segunda jornada de la Euroliga. Este será el cuarto partido seguido de los gasteiztarras fuera de casa, con el objetivo de revertir la mala imagen de los anteriores choques. Y si es posible, ganar.

«No estamos tan lejos de lo que queremos», declaraba Pablo Prigioni en la previa. «Maccabi es un oponente muy duro, pero si permanecemos unidos, podremos competir. Para ello, tendremos que jugar con el corazón y concentrados desde el inicio, atentos a los detalles», explicaba el de Río Tercero.

Rodrigue Beaubois es uno de los nombres propios de estas semanas. A pesar de sus persistentes problemas de rodilla, llegando a insinuarse que el escolta francés tendría que parar por un tiempo prolongado, lo cierto es que Beaubois viajó con la expedición baskonista, una expedición de la que solo se caían los todavía lesionados Jordan McRae y Patricio Garino –amén de que falte por anunciar de una vez el fichaje del ala-pívot que falta, después de haberse concretado los descartes de la NBA–.

Todo hará falta ante un Maccabi que ganó 71-88 al Bamberg en el estreno. Un Maccabi que, aunque haya cambiado de técnico y hasta 12 jugadores respecto al año pasado, sigue jugando leal a su estilo de baloncesto rápido y agresivo.

«Es un equipo con muchos jugadores con muchos puntos en las manos», avisaba Marcelinho Huertas. «Si a nosotros nos gusta jugar en velocidad, a ellos aún más. Las claves serán cuidar bien el balón, intentar que el ritmo del partido lo controlemos nosotros y la intensidad de la defensa del uno contra uno, sin dejar que el partido se nos vaya», explicaba el base paulista.