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Pelota

Asier Agirre descubre la cara amable de su deporte

El de Arrotxapea, en la fase más larga sin lesiones desde su debut, ha alcanzado la final de Promoción.


Habiendo logrado ese ansiado sueño de llegar a ser profesional, Asier Agirre no quiere referirse como «desgracias» a las múltiples lesiones que han obstaculizado su progresión desde que diera el salto el 13 de junio de 2015, pero el delantero de Arrotxapea se reconoce encantado de conocer «la cara amable» de la pelota, ahora que a conseguido el pase a la final de la jaula de Promoción pero, sobre todo, por estar gozando de una continuidad que no había gozado en sus casi dos años y medio en Asegarce.

En 2016 llegó a disputar la final del Parejas de Promoción junto a Mikel Larunbe –cayeron ante Gorka-Tolosa–, pero en general, su periplo de estos últimos dos años ha sido, básicamente, una sucesión de lesiones. Una luxación del cuarto dedo de su mano derecha nada más debutar lo llevó al quirófano, que volvió a visitar al poco de reaparecer por una fisura en el escafoides. Otra lesión en su mano izquierda y la rotura de un tendón en el músculo dorsal de su brazo derecho, con su inoportuna recaída, amplían un larguísimo parte de bajas del que parece haber escapado desde su última reaparición el 18 de marzo de este año. «Después de tanto tiempo lo que quieres es jugar y demostrarme a mí que estoy ahí, metido en un torneo y que puedo dar la talla, sobre todo eso», analiza preguntado por su actual situación.

Continuidad y confianza

Así que estos ya siete meses de continuidad confirman la época más larga sin problemas desde que debutara. «La verdad es que en verano he disfrutado un montón, he jugado muchos partidos y, aunque muchos días perdía y no jugaba todo lo bien que quería, me iba a casa contento porque estaba jugando, estaba teniendo continuidad y eso para mí es muy importante», explica ilusionado.

Y todo ello se ha visto reflejado en su juego, hasta el punto de completar un campeonato perfecto que lo ha llevado a colarse en la final, antes de tener que enfrentarse el domingo al ya eliminado Ugalde en el Beotibar. «Al final se nota, sobre todo, en la confianza de salir al frontón, de jugar más tranquilo. Cuando juegas y lo haces con confianza, las cosas vienen solas», apunta el de Arrotxapea.

Y aunque no llegara a perder la confianza, no siempre la ha tenido a tope. «No era el miedo de volverte a lesionar, sino que a la hora de jugar lo haces con más miedo, sabes que has estado mucho tiempo parado, todos los que han venido detrás juegan muchísimo, y crees que puedes estar al nivel de ellos, pero te metes esa autopresión de tener que estar a su altura. Y cuando tienes continuidad estás más tranquilo, te dedicas a jugar lo tuyo y sin pensar en nadie». El premio de jugar con los mejores es enorme, pero tampoco piensa en ello, de momento.

Darío reaparece el domingo en Tolosa

Darío Gómez se ha recuperado antes de lo previsto de la intervención que le practicaron para arreglar la taquicardia supraventicular que padecía y regresará a las canchas este domingo en el Beotibar de Tolosa, apenas 13 días después de que el doctor Ignacio García Bolao lo tratara en la Clínica Universidad de Navarra.

«Permanecí un día ingresado. Los dos siguientes caminaba con cierta dificultad porque me intervinieron a través de la arteria femoral. El jueves y viernes salí a pasear sin molestias y el domingo hice un pequeño entrenamiento en el frontón. El lunes volví otra vez al frontón e hicimos una sesión normal», relató el de Ezcaray a la página web de su empresa, que lo ha programado junto a Erostarbe, para jugar ante Mendizabal III e Irusta.

«Estoy con más ganas que nunca de empezar a jugar», afirma en una declaración de intenciones de un pelotari que tuvo que renunciar al Cuatro y Medio de Promoción, donde apuntaba alto. J.O.