Canteras y canteros

No, esta vez no vamos a volver a tratar del tornado recentralizador y españolizante que se viene conociendo como art. 155. ¡Basta ya! Perdonen las molestias, pero cerrado por obras.

¿Obras hemos dicho? Pues al grano, que estos días se ha publicado una noticia sobre las obras del Museo San Mames Barria muy llamativa. Resulta que la empresa que realizaba las obras por cuenta de una UTE en la que, entre otros, están el Athletic, el Gobierno Vasco y la Diputación de Bizkaia ha tenido que pagar 20.000 euros por diferencias salariales a 9 trabajadores a los que en lugar de aplicar el convenio de construcción de Bizkaia, les pagaba conforme al de oficinas y despachos de Barcelona, muy apropiado para los oficiales y peones de la construcción en Bizkaia.

Mucho llenarse la boca con que Los Leones de San Mames son todos de la cantera (o de las de los vecinos), pero parece que a la hora de seleccionar los canteros para las obras del estadio no importa que sean de la Cochinchina y que les paguen salarios tercermundistas.

Las cosas no pintan mejor en el otro extremo de la AP-8, porque las obras de remodelación de Anoeta se han licitado a unos precios irrisorios, al decir de los expertos, por lo que la única manera de ganar dinero para las constructoras es imponer ritmos de trabajo acelerados, horas extras, precarizar la contratación y pagar poco a los trabajadores.

Y es que en la obra del estadio, el promotor es el Ayuntamiento donostiarra que no ha incluido en el pliego de condiciones la aplicación del convenio de la construcción de Gipuzkoa a diferencia de la Diputación que así lo estableció en 2013 para todas sus obras, cuando gobernaba EH Bildu.

Ya cuando se construyó, murieron dos trabajadores portugueses. Iban y venían todas las semanas de sus casas cobrando una miseria y dormían en barracones. Ahora parece que se repite la historia. Será porque no son de la cantera.