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EDITORIALA

Moltes gràcies, Catalunya!


Todos los pueblos que luchan por su reconocimiento y libertad, los demócratas que aspiran a construir sociedades basadas en el respeto y los derechos humanos, los humanistas que creen en la igualdad entre las personas, en el desarrollo de las culturas y en la solidaridad entre los pueblos, deben hoy agradecer a Catalunya, a su vibrante sociedad y a sus dignos representantes, la lección que han dado a Europa y al mundo declarando su independencia. Votaron en referéndum bajo el lema “Por la democracia y la libertad”. Se enfrentaron al autoritarismo y la represión del Estado español con un civismo, un coraje y una inteligencia que asombraron al mundo. Ayer lo volvieron a hacer.

A nadie escapa la crudeza de lo que se avecina. El Estado español, sus instituciones y su establishment han declarado la guerra al pueblo de Catalunya. Son despiadados e inmisericordes, belicosos y obtusos, y han avivado los más bajos instintos de gran parte de su sociedad. No tienen cultura democrática, no la toleran. En las últimas horas se ha demostrado que el Gobierno de Rajoy no quería ni siquiera un armisticio, que en realidad ni hubiesen valorado una tregua o ninguna clase de concertación. Buscan la humillación de los catalanes. El PP y los poderes del Estado también desean una subversión reaccionaria y el PSOE es su rehén. Miente o se engaña quien no vea esa realidad.

Pero eso llegará más tarde; pronto, pero más tarde. A la ciudadanía catalana no solo le queda la resistencia, le toca también la construcción de un Estado a la altura de los deseos y ambiciones de sus gentes, de la cultura democrática que han cultivado en este proceso. Le espera el proceso constituyente. La República catalana ha movido las fronteras de Europa, le guste a Europa y a sus gerentes o no. No solo las físicas, sino sobre todo las políticas, las que marcan la diferencia entre la justicia y la injusticia, la libertad y el sometimiento, la democracia y el totalitarismo. Por todo ello, desde Euskal Herria, moltes gràcies, Catalunya!