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L os defensores del purismo en la escalada y alpinismo se suelen sentir agraviados por los usos reivindicativos de los ascensos y cumbres. Las banderas y leyendas de todo tipo en las cimas suelen estar mal vistas. Sin embargo resulta algo histórico. Ya en 1911 Annie Peck, una fundadora del American Alpine Club, aparece en una foto en la cumbre del Coropuna 6.425 metros (Perú) con un cartel que reza “Women´s Vote”. Caso parecido el de Fanny Bullock Workman, fotografiada en 1906 en una expedición al Karakorum con un cartel de “Votes for Women”. Sin embargo las imágenes publi- citarias de patrocinadores u otros se llegan a admitir casi de buen grado, eso sí, siempre relacionadas con el mundo de la montaña. Así, si Chris Sharma aparece en un vídeo comercial realizando el llamado psicobloc (escalar sin cuerda sobre el agua con caída en ella) llevando una conocida marca de reloj, resulta criticado y más aún cuando recientemente aparece escalando en St. Llorenc de Montgai, en un vídeo publicitario de la nueva colonia “para hombres” de Ralph Laurent: Polo, Red Extrem. Es que, dicen, ¡anuncio de colonia para un escalador…! Se olvidan de la publicidad que realizamos con nuestros logos de material de montaña que paseamos por todas partes y de la realidad comercial de hoy día. Así, una marca, por ejemplo como North Face, pertenece a VF Corporation, propietaria de marcas de “estilos de vida” en ropas y accesorios, no necesariamente deportivos, etc.