Raimundo Fitero
DE REOJO

Día Cero

Acabamos de inaugurar el día Cero de un concepto político llamado Cero hasta el Infinito, que consiste en hacer creer al mundo, que lo sucede es lo normal, cuando no tiene otro sentido que enmarcarse en el exhaustivo deterioro democrático del Reino de España que está, sin exagerar, en un nivel por debajo de ciento sesenta y siete países con representante en la ONU. La habitual y/o simbólica pegada de carteles se va a hacer en tribunales, prisiones y exilio. Lo que más me desconcierta es que nadie hubiera previsto que el juez del Tribunal Supremo, un halcón del PP, quisiera marcar el ritmo electoral, dejando a unos un el talego, porque sí y a otros fuera, porque también. Es decir, los fiscales y jueces usan las leyes y los artículos que se aprueban por mayorías parlamentarias formadas por miembros del bipartidismo corrupto. Que nadie ponga caritas de sorpresa cínica.

Viendo y escuchando a correligionarios, militantes, abogados, periodistas del tópico y tertulianos que se alimentan del argumentario oficialista, ya pueden hacer todos los esfuerzos que quieran desde este partido televisivo llamado Ferreras-Pastor, que lo que vivimos es un golpe en directo, diferido, por entregas y fascículos con demasiados, pero muchísimos cómplices en partidos, organizaciones, y medios de comunicación. El 155 no puede ser nunca la normalidad. Es siempre la involución. Es caminar de manera imparable hacia la zona cero de la democracia con dos reyes a sueldo.

Dos candidatas se juntan con Évole para demostrarnos que estamos en un punto insostenible. Preguntadas ambas, una de Ciudadanos, otra de ERC, por la tasa de paro en Catalunya, demostraron que no tenían ni idea. Eso no les importa nada. ¿De qué hablan las políticas catalanas? ¿Para hacer qué y cómo piden el voto? El día Cero del Cero Democrático Total.