Ni idea

Ando aturullado por el ambiente político navideño que escupen las televisiones generalistas. Me dicen que la presidenta del Congreso de España hizo una intervención con mucho humor y concediéndole mucha cortesía, a lo sumo demuestra su retranca según nos lo muestran las cadenas. En ese mismo acto donde los periodistas parlamentarios premian y castigan, Thais Villas entrega un capitulo para “El Intermedio” donde la vemos bailar a ella con varios de los portavoces y el portacoz de la banda de Rajoy lo hace con Irene Montero, a la que una asociación derechista de jueces le dedica en su revista oficial un poema satírico de un tono machista incalificable.

Por lo tanto tengo que confesar que no tengo ni idea de lo que quiero decir. Sé que el fútbol ha aparecido por los noticiarios televisivos. Parece que existe una amenaza de excluir a la selección española de fútbol del Mundial de Rusia del año próximo. No tengo ni idea si la FIFA tiene esa capacidad frente a un gobierno tan pendiente de otras cosas del fútbol  como es intentar que no se instale el VAR. Y se preguntarán, qué es eso, pues un sistema de arbitraje por vídeo para resolver jugadas complicadas. Ya sé que parece algo baladí, y lo es, pero en ciertos ambientes parece el tema del día tras lo otro.

La tecnología al servicio de las apuestas, las clasificaciones y el espíritu gregario. Pero a la vez nos informan que Trump y sus ángeles de la muerte se han cargado una ley de Obama que aseguraba la neutralidad de internet, un acceso igualitario e impedía a los proveedores de servicios de banda ancha en EEUU bloquear, ralentizar o dar prioridad a algunos contenidos disponibles en línea, algo que ahora sí se podrá hacer. Se ha cargado la alegría y libertad de las redes. No tengo ni idea de qué significa esto, pero seguro que nada bueno.