FRANCIA 23

NORUEGA 21

Contra todo pronóstico, Francia se hizo con el entorchado mundial frente a la máxima favorita, la todopoderosa Noruega, desquitándose de las escandinavas, que les habían ganado en dos anteriores finales, y también de la decepción que supuso perder contra Rusia en la última final olímpica disputada en Brasil el año pasado.

La extraordinaria defensa gala resultó clave en el segundo título de las dirigidas por Olivier Krumbholz, técnico talismán que también les aupó al oro en el Mundial de 2002 y les llevó a la final de 2009. El muro francés fue infranqueable para las estrellas noruegas, que solo vieron el camino hacia el gol gracias al talento de Nora Mork y Veronica Kristiansen.

El título se dilucidó en los últimos seis minutos, cuando ambas escuadras llegaron al tramo decisivo del choque con un igualado 20-20, gracias a un gol de Kanor. Ahí comenzaron a tracionar los nervios, pese a suponérsele a las dos escuadras suficientes tablas en situaciones similares. Sin embargo, las pérdidas de balón se fueron suce- diendo por ambas partes, dejando el marcador en el aire.

Resultó, en todo caso, más efectiva Francia y especialmente una determinante Allison Pineau, autora de dos de los tres últimos goles de las bleus, además de forzar una falta en ataque a poco más de un minuto para la conclusión, que encarriló definitivamente el segundo Mundial de las francesas. Como en el resto del envite, Noruega tampoco supo imponer su juego en ese tramo final, muy incómoda ante el férreo estilo de su rival. La mejor muestra de ello fue la escasa incidencia que tuvo la central Stine Oftedal, pieza esencial en su equipo.

Holanda, tercera

Otra de las grandes diferencias para que la victoria cayera del lado galo estuvo en la portería. Mientras Amandine Leynaud fue un valladar inexpugnable, con un porcentaje elevado de paradas, en el marco escandinavo el técnico Martin Sjögren llegó a probar a sus tres guardametas, ante el mal día por el que tuvo que pasar Katrine Lunde.

La portera noruega fue incapaz de atajar el latigazo final de la lateral Alexandra Lacrabere que, a falta de veinte segundos para la conclusión, subía el definitivo 23-21 al luminoso y acababa con cualquier esperanza para que las hasta ayer campeonas mundiales pudiesen volver a reeditar el título.

Holanda, actual subcampeona europea, se colgó el bronce tras derrotar a Suecia por 24-21, en un partido que llevó de calle hasta poco después del descanso, para complicarse la vida mediada la segunda parte y verse obligada a un arreón final.