Joseba ITURRIA
REAL

La mejor despedida para el jugador que iluminó Anoeta

El mexicano marcó el gol que sentenció la importante victoria de una Real que rompió su racha de cinco partidos de Liga sin ganar.

REAL SOCIEDAD 3

SEVILLA FÚTBOL CLUB 1


La Real cerró el año con una victoria que permitía romper su racha negativa y despedir a Carlos Vela como él quería, en el campo con un triunfo y con un último gol para demostrar que la calidad y el talento exhibido en los últimos seis años y medio no se apagan fácilmente.

El mexicano hizo honor a su apellido e iluminó Anoeta como lo ha hecho en los últimos años. Solo jugó quince minutos, pero fue el protagonista del encuentro desde antes de su inicio, cuando salió acompañado de su mujer y con su hijo en brazos, para recibir la primera ovación de la noche con las linternas de los teléfonos móviles de los aficionados encendidas. Todos los jugadores e integrantes del staff del primer equipo se fotografiaron con él antes del encuentro en una demostración del cariño que se ha ganado y en el minuto 11 los móviles volvieron a encenderse para ovacionarle, como cuando salió al campo.

Además Vela tuvo el final soñado, con un gol en el último minuto que le permitió dar la última gran alegría a una afición que se terminó de rendir ante el mexicano, que volvió a ser volteado por sus compañeros antes de despedirse del terreno de juego besando el escudo que ha defendido estos seis años. Y lo más importante es que se despidió con una victoria, porque la Real necesitaba ganar para terminar bien el año y lo consiguió en el tramo final cuando más problemas trasmitía ante un Sevilla que se había adueñado del balón.

Unos cambios decisivos

Cuando la Real estaba plana mediada la segunda mitad, Eusebio acertó como no lo había hecho en los anteriores encuentros con los cambios, que esta vez sí fueron decisivos porque Oyarzabal asistió a Zubeldia para marcar en el primer balón que tocaba y Carlos Vela entró para sentenciar en la primera oportunidad que tuvo de demostrar su calidad. Especialmente clave fue el cambio de Zubeldia, ojalá se hubiera registrado en anteriores partidos cuando se decidió cambiar a alguno de los tres jugadores del centro.

Eusebio tuvo que afrontar el encuentro con un único lateral, Álvaro Odriozola, porque De la Bella se sumó a la lista de bajas por un esguince leve del ligamento lateral interno de la rodilla izquierda. En vez de colocar a Aritz Elustondo, que ya ha jugado de lateral, el técnico blanquiazul prefirió colocar a un zurdo en ese puesto, Iñigo Martínez, y a Raúl Navas de central junto a Diego Llorente. Además Sergio Canales entró en el puesto de Oyarzabal con respecto al partido de San Mamés. El cántabro jugó en la banda derecha mientras que Xabi Prieto, como en San Mamés, repitió por el centro a la izquierda, mientras que Zurutuza jugaba por la derecha a diferencia de lo que había sido norma hasta ahora.

También el Sevilla tuvo una baja de última hora, la de Jesús Navas, por una gastroenteritis, y Berizzo presentó cuatro cambios con respecto al once que alineó contra el Levante el viernes, dos obligados en defensa pora las bajas de Mercado y Lenglet, y sorprendió que David Soria jugara de portero en sustitución de Sergio Rico.

Se notaron los cambios en defensa y la Real llegó al remate con facilidad en la primera meda hora de juego, en la que, además del gol de Iñigo Martínez, tuvo cinco remates de Januzaj y Canales y Willian José demostró que ha llegado con la luz del depósito de reserva encendida al final de año con una falta de frescura que le impidió acertar en dos buenas opciones.

Un duro golpe

No solo él, todo el equipo ha llegado justo al final del año y en los últimos quince minutos del primer tiempo el Sevilla empezó a controlar el balón y llegó en el minuto 44 la jugada del empate en una acción en la que Ben Yedder dejó en evidencia las deficiencias defensivas de Diego Llorente con dos recortes y con la suerte de que su disparo fue justo entre las piernas de Rulli, que no pudo evitar el gol. También influyó en la jugada Odriozola, que mal colocado permitió a Krohn Dehli recibir y asistir con un taconazo a un jugador al que se le da bien Anoeta.

El delantero sevillista debió ser expulsado minutos antes, pero Hernández Hernández no quiso mostrarle la segunda tarjeta amarilla por un manotazo a Illarra más sancionable que el que dio a Iñigo que le valió la primera amarilla.

El gol antes del descanso hizo daño a la Real, que no tuvo en el segundo tiempo el control del juego del primero. Hasta la jugada del 2-1 la Real solo tuvo tras el descanso una opción de Januzaj que no acertó a rematar a la red uno de los tantos centros de Álvaro Odriozola que no encontraron rematador.

El de Bruselas era el único de los tres jugadores atacantes realistas que trasmitía chispa porque Willian José la ha perdido con la acumulación de esfuerzos y Canales no la tiene. El de Bruselas además se rompió muscularmente en los minutos en los que el Sevilla se adueñaba del partido, aunque sin crear claras ocasiones para adelantarse.

En ese momento en el que Anoeta esperaba que Eusebio recurriera a Carlos Vela para pedirle un último servicio para la causa, recurrió a Zubeldia y los efectos del cambio no pudieron ser más positivos. Marcó su primer gol con la Real en una jugada afortunada en el primer balón que tocó, que desvió Escudero a su portería y además reforzó el centro del campo.

El 2-1 llevó además a Eusebio a dar entrada a Vela para que jugara sus últimos quince minutos como blanquiazul y su aportación tampoco pudo ser más positiva. Su entrada dio una luz especial a Anoeta y a su equipo y cuando Pizarro había inquietado con un remate claro en una acción mal defendida por la Real, el talento del mexicano apareció para culminar un centro de Iñigo Martínez para dar su último destello en Anoeta.