Raimundo Fitero
DE REOJO

Eterna

Casi todo se puede comparar con los tiempos actuales para buscar una explicación de la evolución o involución de nuestra sociedad, pero en la televisión de los últimos años hay un fenómeno que explica mejor que nada la actitud de algunos políticos carpetovetónicos de hoy en día: “Cuéntame”, esa serie que se presentó como una crónica histórica y ha sido y sigue siendo, la mayor creadora de disfunciones socio-políticas, la que más ha traicionado el relato histórico que se ajustase mínimamente a la realidad. Han hecho la manipulación histórica perfecta y eterna. Son cientos de millares de televidentes que en lugares lejanos gracias a su difusión internacional, ven esta serie como una manera de entender a sus antepasados y parientes y hacerse una idea de ese concepto colonialista de “la madre patria”, han encontrado en esos guiones la auténtica mentira, la falsificación más realista. Formalmente los trajes, los coches, las ambientaciones, se ajustaban pero los personajes, su evolución, las tramas, han servido para convertir la realidad en un culebrón, en algo que pasa por encima de la realidad socio-económica y política de aquellos años del franquismo, la transición y demás periodos que se estudian en las facultades de politología, pero que si se visiona esta serie se convierte en algo fantástico, sin nada que criticar ni poner en solfa. Además, y esto es tangencial a su contenido, aunque quizás no tanto, en su vuelta ha arrasado en audiencia, por lo que se premia a los corruptos. Sus protagonistas, los actores y actrices principales, han defraudado a Hacienda, han evadido capitales, pero han sido contratados de nuevo por un ente público muy politizado. ¿Por qué no iban a hacerlo, si usan los mismos despachos de asesores en evasiones que ellos, los políticos que mandan? La eterna corrupción consentida.