Sin concentración, no hay premio
Los bilbainos siempre fueron por detrás. Tras arrimarse 75-78, un triple de Marko Popovic decidió el choque.
RETABET B. BASKET 77
MONTAKIT FUENLA. 83
Ya lo dijo Veljko Mrsic antes, durante y después del partido de ayer: RETAbet Bilbao Basket necesita estar concentrado los 40 minutos, porque de lo contrario, no puede ganar. A los hombres de negro no les sobra nada y no pueden regalar ni los siete tiros libres que erraron, ni pueden permitirse un 5 de 17 en triples. Cuando hay recursos de sobra, el acierto puede ser más laxo; cuando los recursos son escasos, cada fallo cuenta el doble. Y de ahí llegó la derrota bilbaina.
Nadie podrá reprocharle a Bilbao Basket que no lo intentara. Fue a remolque del Fuenlabrada los 40 minutos y siempre dio la impresión de que la escuadra madrileña controlaba el partido. No obstante, Bilbao Basket dio la cara, y de la mano de Devin Thomas, Hammink y Mumbrú, se puso a tres puntos, 75-78, con el partido dentro del último minuto. Sin embargo, ese querer y no poder quedó patente en el triple posterior con el que Marko Popovic remató el partido.
Retorno y ausencias
El encuentro de ayer sirvió para que Mickel Gladness retornara a la cancha. El pívot norteamericano solo jugó cinco minutos y medio, aportando únicamente un tapón. Sin embargo, es de suponer que su estado físico y su aportación irán mejorando respecto pasen las jornadas. Además, Devin Thomas ayer sí suplió bien a Gladness, haciendo bastante daño a Fuenlabrada con su movilidad y su juego sin balón. En su debe, un 2 de 6 en tiros libres, una mala estadística desde los 4,60 metros que dificultaba aún más la remontada de los hombres de negro.
No obstante, otras ausencias fueron bastante más acusadas. Por ejemplo, Ricardo Fischer solo jugó dos minutos y medio, al punto de que Veljko Mrsic no lo volviera a utilizar, porque durante el desempeño del base paulista en el campo, en el arranque del segundo cuarto, Fuenlabrada se escapó.
Si el primer cuarto terminaba con un 20-23 adverso a los vizcainos, esa desventaja se multiplicó por cuatro: un parcial de 1-11 para situar el marcador en un 21-34 que marcaría el partido hasta el final.
Tanto es así, que fue Salgado el encargado de ejercer de segundo base desde ese momento. El de Santutxu firmó un partido plano en lo numérico, de modo que solo Tabu dio mínimamente la talla desde el puesto de base. Un Tabu que faltó muchos minutos en la segunda mitad a cuenta de las personales, quedándose en los 12 puntos que anotó en la primera mitad.
Otro de los ausentes fue Lucio Redivo. El argentino venía de vivir partidos en los que se erigió en el revulsivo bilbaino, pero ayer no. Anotó un mísero punto en 11 minutos de juego, sin ensayar ningún tiro de dos o de tres. Un mal día del que, por fortuna, Mumbrú pudo escapar. Si no llega a ser por el talento del capitán bilbaino a la hora de distribuir el juego, la derrota hubiera sido más dura.
Lucha sin premio
Con todo, aunque la sensación fuera que Fuenlabrada controlaba el partido gracias a Popovic –autor de 25 puntos–, y el buen hacer de Sekulic, Smits o Cruz, el marcador se fue estrechando con los minutos.
Las rápidas piernas de Hammink, Pere Tomàs o Devin Thomas le ayudaban a Mumbrú para que Bilbao Basket siguiera peleando y creyendo, aun por encima de sus propios errores. A la desesperada, el marcador se puso 75-78, pero Popovic no dio permiso para que hubiera voltereta alguna en Miribilla.
Veljko Mrsic: «Esta derrota es responsabilidad mía»
Con su habitual parquedad de palabras y mostrándose especialmente autocrítico, Veljko Mrsic asumió toda la responsabilidad de la derrota de los hombres de negro ante Montakit Fuenlabrada. «Perdimos contra un rival mejor, que ha jugado los 40 minutos como debe jugar un equipo», resumió el croata.
«Nosotros, otra vez hemos jugado a ratos. A ratos hemos jugado como quiero que juguemos, pero no los 40 minutos, y eso es responsabilidad mía. Cuando un equipo juega así, es el espejo de su propio entrenador, por lo que asumo toda la responsabilidad de lo que hemos hecho», subrayó.
El preparador bilbaino recalcó que «en los últimos 15 minutos estuvimos mucho mejor», pero tampoco pudo escapar de los errores que desembocaron en la derrota. «En los cuatro o cinco minutos finales hemos fallado mucho: fallamos dos o tres tiros libres, tres triples abiertos, un balón perdido en una transición...», explicó, contrariado.
Más que contrariado, se mostró muy preocupado por la irregularidad de sus jugadores. «Tengo que hacer algo para arreglar esto», sentenció. «Ellos son un equipo que se ha clasificado para la Copa en tercer lugar, pero nosotros no hemos sido capaces de jugar los 40 minutos como debemos jugar», remachó Mrsic.
Por su parte, Nestor «Che» García definió el partido como «defensivamente intenso». Reconoció que el acierto de su equipo en la primera mitad «no se había dado hasta ahora» y que el partido «devino en muy parejo» tras el descanso. «Un triple de Marko –Popovic– terminó de abrir el juego», resumió. A. G.