FEB. 06 2018 HACIA UN NUEVO ESTATUS POLÍTICO PSE y PP, en guardia contra el derecho a decidir A la espera de que entre hoy y mañana se conozcan todas las propuestas para la Ponencia de Autogobierno, PSE y PP ya avisan de que no admitirán incluir el derecho a decidir. Iñaki IRIONDO GASTEIZ EH Bildu presentó el domingo las «bases y principios» que, como reclama el acuerdo parlamentario, llevará a la Ponencia de Autogobierno para la futura redacción articulada del nuevo estatus. El EBB tenía previsto dar ayer el último visto bueno a su documento, aunque desde la legislatura pasada tiene ya redactados un total de once puntos. El PP enseñará hoy sus cartas, que hablan más de la redistribución interna de poderes que de la exigencia de mayores cotas de autogobierno. En cuanto a Elkarrekin Podemos y el PSE, se pronunciarán tras la reunión en la Cámara. En todo caso, el acto de Arnaldo Otegi y Maddalen Iriarte en el que explicaron la propuesta de EH Bildu, que puede tener elementos de consenso con jeltzales y Elkarrekin Podemos, ha provocado la contestación del unionismo español. El portavoz del PP en el Parlamento de Gasteiz, Borja Sémper, declaró que «parece que el PNV va a acordar con Bildu el derecho de autodeterminación» y que «meterán a Euskadi» en la senda del «enfrentamiento político». Idoia Mendia, secretaria general del PSE, advertía de que la inclusión del derecho a decidir en el nuevo estatus impedirá que pueda ser aprobado en el Congreso de los Diputados, y añadía que «ese camino ya se experimentó en Cataluña. No se puede cambiar la Constitución con un Estatuto de Autonomía. y ya sabemos dónde acaba ese viaje. A nosotros no nos van a encontrar ahí». «Bases y principios» La Ponencia de Autogobierno viene de la pasada legislatura, pero dado que en el Parlamento actual está Elkarrekin Podemos, que no tenía entonces representación, se abrió un plazo para que este grupo pidiera nuevas comparecencias. Una vez escuchadas, en octubre presentó su propuesta y también EH Bildu hizo una nueva aportación. Los partidos han analizado los documentos del resto de fuerzas, han buscado los puntos de encuentro, han mantenido reuniones entre ellos, y mañana cada cual presentará sus «bases y principios» para tratar de consensuar un suelo común, o al menos mayoritario, con el que después una mano ajena al Parlamento –probablemente Eusko Ikaskuntza– redacte un texto articulado. Ese será el trabajo de la Ponencia en los próximos meses, si PSE y PP no lo impiden. Intentar sortear el veto de Madrid «El pueblo vasco tiene derecho a decidir su futuro, tal y como se aprobó por mayoría absoluta el 15 de febrero de 1990 en el Parlamento Vasco, y de conformidad con el derecho de autodeterminación de los pueblos, reconocido internacionalmente». Así se recogía en la primera página del Estatuto Político aprobado en 2004 en la Cámara autonómica, que volvía a mencionar el derecho a decidir en el artículo 1 y le dedicaba después todo el artículo 13. Aquel texto fue defendido por Juan José Ibarretxe en el Congreso de los Diputados, que rechazó siquiera admitirlo a trámite para su debate. La ley establece que una reforma del Estatuto de Autonomía –como formalmente era aquella y será la que ahora pueda dar lugar a un nuevo estatus– debe ser primero aprobada en el Parlamento de Gasteiz, después negociada y aprobada en el Congreso y, por último, sometida a referéndum de la ciudadanía. El documento presentado el domingo por EH Bildu recoge una propuesta que ya hizo el PNV en la legislatura pasada y que llevó en su programa electoral. «Consideramos conveniente –escribían los jeltzales– que dicho proyecto de reforma estatutaria pudiera ser sometido, antes de iniciarse su tramitación ante las Cortes Generales, a una consulta habilitante por parte de la ciudadanía vasca». Este paso –que pretende evidenciar el apoyo ciudadano al texto que se lleve a Madrid– no cuenta con aval constitucional y será también un elemento de fricción en los debates de la Ponencia de Autogobierno. En cuanto al acomodo legal del derecho a decidir, el PNV recordó, y EH Bildu lo recoge también, que siendo difícil una reforma constitucional se puede aprovechar la Disposición Adicional Primera de la Constitución para darle acomodo.I. IRIONDO